Coronavirus y crisis global. Oportunidad para las naciones y pueblos
Existe una crisis compleja de la que todos hablan. Primero la crisis del Coronavirus, de la cual todos hablan, con discursos semi-acabados y semi-procesados. Pero la guerra biológica o bacteriológica de la que es parte, se empieza a abordar recién ahora. Se sabe ya que es un Virus diseñado y desarrollando en los laboratorios de Estados Unidos[1]. Se sabe también que se probó y observo en Estados Unidos en su población, antes de octubre de 2019. Apareció como una gripe fuerte, de la cual existen casos registrados, donde incluso se observaron mutaciones de la misma. Algo muy parecido a lo que luego sucedería en Wuhan, China en enero de 2020.
Por lo tanto, la hipótesis de que el Virus llega a China vía las fuerzas norteamericanas que participan de los Juegos Mundiales Militares en Wuhan, crece en probabilidades de ser cierta. Ésta también permite suponer que en Estados Unidos (¿Globalistas o Continentalistas?) hay un sector del estado-profundo (del poder en las sombras) que no solo tiene el Virus desarrollado genéticamente, sino que debería tener desarrollada también la vacuna contra el Virus. Solo las empresas farmacéuticas lo introducirán una vez que una gran parte del mundo esté infectada. Tal vez podrá explicar por qué África, con poca capacidad de pago, sea el continente menos afectado por el virus.
Por lo tanto, no caben dudas ya que estamos frente a una guerra biológica de carácter global, donde los intereses unipolares financieros norteamericanos tienen responsabilidad en los hechos. Nos queda dilucidar si los Globalistas o los Continentalistas, son quienes tuvieron la iniciativa en este ataque global, que recorre en primera instancia las principales naciones-países-pueblos de la Nueva Ruta de Seda Multipolar (NSRM), incluyendo hoy incluso a los Estados Unidos de Trump.
Motivos tienen ambos, más los continentalistas por su situación de “caída” en todos los frentes, salvo que son parte del gobierno en Estados Unidos. Por otro lado, esto dio tiempo para consolidar a Biden al frente de los candidatos demócratas, quien muy probablemente sea acompañado en la formula por la Sra. Michel Obama, pagando así Biden a los Globalistas quién sabe qué deuda. Claro está, que también deberán debilitar a Trump para poder imponerse en las elecciones generales de noviembre. Y para ello, también al unipolarismo financiero continentalista norteamericano, particularmente hoy en la figura del Secretario del Tesoro (Ministro de Economía) Steven Mnuchin (Goldman Sachs-Warren Buffet). Este actor central del unipolarismo continentalista, tiene la necesidad de asegurarse la victoria de los Republicanos para las elecciones de Noviembre cuando el único candidato es Trump.

 

El Unipolarismo Continentalista norteamericano

Este actor estratégico ya controló, durante la crisis global en 2006/07/08, la Secretaría del Tesoro con Henry Paulson. Permitiendo que su sector acumulara beneficios y poder, mientras los globalistas (Citygroup/HSBC/Santander) los perdían. Puja de poder de golpes y contragolpes, que duraron hasta el pacto de enero 2009 y que se materializo en el primero de cuatro programas de emisión de dólares sin respaldo (EQ), para frenar la caída de las grandes bancas demasiado poderosas para dejarlas caer (To-Big-To-Fail).
En realidad, dos hechos impusieron estas condiciones. El hecho de que el enfrentamiento no producía un ganador claro y definitivo en el corto plazo. Cuando la confrontación se había iniciado en setiembre 2001, el Contienentalismo norteamericano con la familia Bush-Pentágono a la cabeza, “dinamito” nuclearmente las Torres financieras Globales de la City de Nueva York. En respuesta, claro está, a la movida de Bill Clinton en 1999 de reunificar la banca comercial con la banca financiera, subordinándola a ésta, como lo estuvo hasta 1933, cuando Franklin Roosevelt las dividió por su responsabilidad en el estallido de la crisis financiera mundial de 1929. Y, también, para debilitar el poder histórico en las sombras de este actor estratégico desde el siglo XIV, la renombrada oligarquía financiera de la compañía holandesa a de las Indias Orientales, con puntos de apoyo en las incipientes cities de Londres–Ámsterdam-Venecia y siglos después, también, en Paris-Nueva York-Hong Kong.
El segundo hecho, fue la Caída de las bancas y aseguradoras financieras globales en 2007-2008, que serán absorbidas inmediatamente por los actores del Contienentalismo norteamericano: Goldman Sachs, JPMorgan, Bank of America.
Obama, en julio de 2010, en función de una puja de fuerzas e intereses, que no permitirá imponerse a los Globalistas, procederá a firmar el Acta Dodd Frank[2] que separa nuevamente la Banca Comercial legal, de la Banca Financiera –fondos financieros de inversión global, ilegal, que se habían reunificado de la mano de Bill Clinton en 1999. Mostrando el reposicionamiento del Continentalismo unipolar norteamericano frente al globalismo financiero unipolar. Lo cual, permite observar la interna financiera entre los globalistas dominantes en las cities financieras globales y los continentalistas norteamericanos, dominantes en el territorio económico-político norteamericano, con fuertes lazos históricos también con la UE y Japón. Esto se observara en la puja institucional entre la Secretaria del Tesoro y la Reserva Federal, banco central privado.
Entonces, a partir del año 2008-2014, hechos de la mayor significación suceden. Los BRICS (aun en esquema globalista), las economías emergentes de mayor dinámica, tamaño y significación económica por la presencia e influencia de las empresas transnacionales globales, son “invitados” e incorporados a ser parte de la Cumbre de Washington, celebrada el 15 de noviembre de 2008 en la capital estadounidense. Considerada una de las reuniones más importantes del G20, ya que trató de la reforma del sistema financiero mundial.
Luego, el 2 de abril de 2009, celebró la llamada Cumbre de Londres en la misma línea de acción y teniendo en consideración la escalada y desplazamiento de la crisis financiera global a Londres y la Unión Europea en 2009. En septiembre de 2009, tuvo lugar la reunión de Pittsburgh, Estados Unidos, donde formalmente se decidió que el G20 reemplazara al G-8 incorporando ya a las economías emergentes, en lo concerniente a los planes de desarrollo mundial. Poniendo de manifiesto la dinámica de la crisis y de la transnacionales globales en el plano de la institucionalidad del poder con Obama en el Gobierno.
En mayo-junio de 2013, Ben Bernanke, en tanto, presidente de la Reserva Federal saliente, produce la primera corrida financiera global al anunciar la eliminación de las EQ (inyección de dólares emitidos sin respaldo) por la Reserva Federal. Esto elevo inmediatamente las tasas de interés en Estados Unidos y en al menos 20 países sufrieron la salida violenta de los fondos financieros invertidos en sus “economías emergentes”. Bernanke fue quien comando el primer golpe financiero global, disparando una gran crisis global en las economías emergentes, al mismo tiempo que Estados Unidos aspiraba esos dólares y se beneficiaba por partida doble. Esto impuso todo un reacomodamiento político en los economías (naciones) emergentes.

 

Fondos financieros y economías emergentes

Las palabras de Bernanke hacen-producen que estos fondos financieros salgan violentamente de las economías emergentes en junio de 2013 desestabilizándolas-paralizándolas de golpe, entre junio-y-septiembre, y se dirijan directamente a refugiarse en el lugar de donde salieron, de financiar lo Global a financiar lo Continental. Porque Bernanke sugirió que se iban a cortar los fondos-flexibles y se iba a subir la tasa de interés de 0% a 2,5%.
De las 24 economías emergentes más golpeadas, Brasil, Indonesia, Turquía se transforman en referentes de lo que sucede. Con el golpe que paraliza y desestabiliza Brasil, se desestabiliza económica y políticamente a todo el bloque regional emergente que está motorizado a partir de la economía de Brasil (San Pablo). Igual sucede con Indonesia y Turquía.
Las palabras llamando a salida violenta de los fondos financieros de las economías emergentes –BRICS- de Bernanke se suceden en el mismo momento en que, el presidente de EEUU, Obama, ha decidido imponer un cuadro propio en el Reserva Federal, a Larry Summer. Los juicios de gran número de personalidades, bancos, universidades y políticos demócratas vetan a Summer y, entonces Obama impone sin obstáculos a Yellen. Vetan a Summer porque fue quien dejó sin efecto en 1999 la ley Glass-Steagall  de Roosevelt, la ley anti fondos financieros de inversión de Roosevelt de 1934, en conjunto con Clinton.
Esta ley bloqueaba la existencia de la gran banca de inversión, fondos financieros de inversión global, que subordinasen y controlen a la banca comercial. Esta ley de Franklin RooseveltNen 1933, sería derogada en 1999 por Bill Clinton, para luego imponer la ley de futuros en el 1999/2000, de derivados financieros globales.
En síntesis, Obama sede su caballo (Summer) e impone su alfil (Yellen). Alfil que proviene de la escuela de consejeros económicos de Estado formados en el gobierno Clinton. Y con el alfil regresa el rey, Alan Greenspan, y su espíritu de billones de dólares liberados por la Reserva Federal a tasas muy bajas (1%), para el gran desarrollo de los fondos financieros globales, en el periodo 1987-1999-2006 (Alan Greenspan fue presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos entre 1987 y 2006). Alan Greenspan muestra el camino recorrido desde sus inicios de las transnacionales financieras globales, de los fondos financieros de inversión global, del unipolarismo globalista y del capital financiero global.
Esta política es la que viene a cortar Bernanke desde febrero de 2006 (asume como presidente de la Reserva Federal para el periodo febrero de 2006-febrero de 2014), subiendo las tasas del 1% al 5%, haciendo que los bonos financieros hipotecarios que eran viables al 1%, se convirtieran en bonos basura impagables al 5%. Luego, los mayores tenedores de bonos basura quebraron (Lehman Brothers-Citigroup y otras instituciones) y fueron absorbidos por los bancos Goldman Sachs-JPMorgan-Bank of America que controlaban EEUU: con Bernanke en la Reserva Federal, con Henry Paulson en Economía (junio 2006-enero 2009) y George Bush de presidente (20 de enero de 2001 – 20 de enero de 2009).
Una presidencia que abarco la reacción a la estrategia Globalista unipolar de Clinton (1994-2001), que va desde el “golpe” con la “caída” de las Tres Torres del “Centro financiero global de Nueva York” en septiembre de 2001 hasta el “gran golpe” con la “caída” de un sinnúmero de instituciones financieras bancarias y de inversión en septiembre de 2008, conocida por todos como la “Caída del Lehman Brothers”, a solo dos meses de las elecciones de noviembre donde los republicanos perderían la elección. Por eso hubo factores financieros que se opusieron a la salida de Bernanke y propusieron su continuidad. El más significativo fue Warren Buffet, quien dirige el Goldman Sachs-Berkshire Hathaway, el gran banco-fondo que ejerció el Ministerio de Economía de Estados Unidos en 2007/8, que condujo la crisis en EEUU y luego la Crisis de Grecia-UE.
Con la designación de Yellen en la Reserva Federal, y la salida de Bernanke, la flexibilización monetaria se pone en marcha nuevamente y los flujos financieros vuelven a fluir hacia las economías emergentes a través de las Transnacionales Financieras Globales, y las economías emergentes así se recuperaran lentamente del golpe de junio-septiembre de 2013. Este estímulo financiero flexible (emisión de la Fed sin respaldo en la economía real) se impuso en diciembre de 2008 y continua en octubre de 2013, luego de la “caída” de Bernanke; continúa liberando fondos por billones de dólares para los Big Banks y comprándoles sus bonos basura, para que estos continúen sosteniendo esta realidad creada a partir de los flujos financieros y no a partir de la producción real industrial.
Al interior de este grupo de Big Banks, encontramos una heterogeneidad de capitales financieros que conforman dos grandes campos de fuerzas financieras que luchan por imponer su plan. Estos dos campos de fuerzas financieras es lo que caracterizamos como el campo de fuerzas de capitales financieros globalistas que avanzar y ascienden como actor estratégico; y el campo de fuerza de los capitales financieros multinacionales, el unipolarismo continentalista que se retrasa y entra en su fase de declive estratégico.
Al mismo tiempo que sucede este golpe y contragolpe financiero global, se desarrollan dos hechos más de gran impacto geopolítico: A) Obama (noviembre-diciembre 2012) logra imponer un cuadro propio en el Ministerio de Defensa, otro en la Dirección de Inteligencia y en la OTAN. Y luego también en el Banco Central, cuando ya tenía en Economía y Cancillería. Desplazando a cuadros que eran propios a una geopolítica basada en el complejo industrial militar energético–Pentágono, e imponiendo los propios que responden a una geoestrategia globalista Clinton-Obama. Eso pone de manifiesto una correlación fuerzas, por primera vez favorable a los globalistas Obama-Clinton en EEUU. Los Republicanos-Tea Party, de la geopolítica trilateral financiera, reaccionaran bloqueando la capacidad de endeudamiento y el gasto fiscal.
 

Emergen los BRICS multipolares

En septiembre de 2014, los BRICS reunidos en la ciudad de Fortaleza, Brasil, anuncian su programa multipolar para un nuevo sistema financiero alternativo al de Bretton Woods de 1944. Presentan su propio Banco de Desarrollo mundial y su propio Fondo de Compensaciones. Todas instituciones e instrumentos multipolares-multilaterales alternativos al BM y al FMI. Este consenso de los BRICS es el acuerdo financiero multilateral más importante desde la creación de las instituciones de Bretton Woods en 1944 y particularmente alternativo a los intereses transnacionales dominantes en él, que se expresaron en su enfrentamiento en la crisis financiera global de 2006-2008.
En 2014, se hace presente y manifiesto el BRICS Multipolar. De nacer como BRICS unipolar Global a transformarse en BRICS multipolar pluriversal. Lanzando un programa e instituciones alternativo al de las Transnacionales Financieras, enfrentadas estructuralmente desde la crisis financiera global de 2008. Las economías emergentes globales –BRICS- que nacen de la mano de la transnacionalización de las empresas y capitales a partir de 1999, en el 2013 se plantean un programa de objetivos propios alternativos: multipolares, industriales, nacionales, pluriversales, etc. Un programa de desarrollo de las grandes economías industriales nacionales y regionales, de economías emergentes subdesarrolladas y controladas aun por las transnacionales, continentalistas y globalistas. Luego, presentaran también un plan de desarrollo de la economía real, la Nueva Ruta de la Seda terrestre en 2013 y marítima después. Y en febrero de 2018, lanzaran su moneda de reserva alternativa al Petro-Dólar, el Petro-Yuan-Oro. Iniciando la crisis del Petro-Dólar en potencia.
Desde febrero de 2018, el desarrollo de choques y crisis ha recorrido un camino ascendente entre unipolarismos financieros transnacionales en Estados Unidos (Trump), entre el unipolarismo global y el multipolarismo pluriversal, entre el multipolarismo pluriversal y el unipolarismo continentalista norteamericano en Sudamérica: en México, Bolivia, Brasil, Venezuela, Argentina, etc. La crisis mundial e integral se fue desplegando del modo descripto ya, en un artículo que titulamos: “La Perestroika Norteamericana”[3]. Una crisis financiera en Estados Unidos fruto de la confrontación creciente entre unipolarismo financieros transnacionales. Acentuada aún más, porque las perspectivas electorales eran adversas al Globalismo en el partido demócrata y se fortalecía la reelección de Trump para el periodo 2021-2025.
 

Coronavirus, crisis sanitaria y guerra biológica

En este marco es que se agrega la crisis por el Corona-Virus. Entonces, la crisis se transforma en una crisis sanitaria para curar-salvar a las personas que son afectadas por el virus. Esto obliga a todos los pueblos, naciones, estados y gobiernos a un esfuerzo total, a concentrar sus fuerzas y recursos en resolver esta amenaza. Un gran esfuerzo por preservar la vida de la Humanidad, enfrentándose a quienes se abocan a preservar sus bancos y ganancias financieras. Por ello, es central reconocer el hecho de que el CoronaVirus no es un virus de contagio natural: es parte de una crisis sanitaria por guerra biológica. Esta denominación se aplica porque fue diseñado y desarrollado en un laboratorio y planificado el modo en que se introdujo en Wuhan-China, y a la vez en otros países a lo largo de la Nueva Ruta de la Seda. Y se “derrama” como segundo paso por vía de turistas que recorren el mundo y regresan luego a sus países y por último, recién por contagio comunitario.
Esta crisis dispara la crisis sanitaria y farmacológica. Pero particularmente afectando a las economías de los países que deben paralizar su actividad económica para que las personas y familias se recluyan en sus casas por 30 o más días, como modo de poder regular la curva de contagios, de modo de poder manejar la atención de todos. Esto pone en crisis las economías de las naciones-países, pero particularmente el lugar de las empresas financieras transnacionales en las mismas. Porque, al mismo tiempo, también enciende la mecha del estallido de la burbuja de derivados financieros inflada desde 2008. Una Burbuja que era 3 veces la economía real en 2008, y que en 2019 es 15 veces mayor. Una burbuja de derivados financieros, papeles emitidos sin respaldo alguno más que el poder para imponerlo de cada actor estratégico transnacional.
Aunque, este estallido de la Burbuja, necesitaba algo más potente para disparase que solo el Coronavirus. Esto será la crisis del petróleo que se desplegara como crisis energética y aparecerá como guerra por los precios del barril de petróleo.
 

La Crisis del Petróleo

La crisis del petróleo se desarrolló a partir de las reuniones en la OPEP y OPEP+ (ampliada), donde un barril de petróleo con precios a la baja, resultado de una caída en el consumo de combustibles basados en petróleo fósil, debido a un aumento en el consumo del Shale oíl y a la reducción del consumo general por desaceleración de la economía mundial. En el consumo de energía que proviene de yacimientos de enquisto (Shale Oil y Gas), especialmente el caso del consumo de Estados Unidos que alcanzó el nivel de país autoabastecido, y ya no depende de la importación del petróleo saudita para abastecerse.

De todos los modos la decisión de elevar los precios del barril del petróleo guarda relación con el hecho de poder sostener la posición del Petro-Dólar y su apropiación del canon del 9% por señoreaje de la moneda de reserva internacional.

Precio del petróleo   OPEP 2020
Abril 201970,73$ Octubre 201959,87$
Mayo 201969,97$ Noviembre 201962,94$
Junio 201962,92$ Diciembre 201966,48$
Julio 201964,71$ Enero 202065,11$
Agosto 201959,69$ Febrero 202055,49$
Septiembre 201962,36$ Marzo 202024,72$
Fuente: https://datosmacro.expansion.com/materias-primas/opec

 

Como podemos observar el precio del barril se mantuvo, con altibajos, en una banda de precios hasta febrero de 2020, de 70 $/Ba en Abril de 2019 a 65 $/Ba en enero de 2020. Lo cual nos muestra que la puja planteada por Estados Unidos, para recortar la producción en 1,5 millones de barriles, está en relación con el hecho de hacer subir más el precio. El asfixiamiento de las economías de Irán y Venezuela implica una reducción en la oferta mundial de petróleo. Este marco y en el momento en que se dispara la crisis del coronavirus, fue cuando Rusia decide no renovar el acuerdo para recortar la producción e inicia su aumento en la producción que dispara la caída del precio del petróleo. Este hecho da por caída también a la OPEP como organización reguladora, y el aumento de la producción y la caída del precio del barril de referencia, va hasta un valor de 24,72 $/Ba en el 23 de marzo de 2020. 
Este hecho, y para reforzar la decisión, llevo incluso a que Rusia planteara que un Barril a 15$ seria aun rentable para ellos, lo cual agregaba aún más presión a la baja. Además, Arabia Saudita también se suma a la guerra de precios, y decide también jugar el juego de aumentar la producción y consolidar la caída del precio del barril de referencia. Trump por otro lado, desde Estados Unidos, define comprar a precios bajos, llenar sus reservas estratégicas, ganar grados de libertad y esperar para ver.
Este conjunto de hechos, van dejando transcender que para Arabia Saudita ésta crisis del petróleo también le es afín. Porque le permite avanzaren plantear una crisis en la relación de subordinación con Estados Unidos, y por ello es la principal motorizadora de la caída de precios del petróleo. A la cual se suma en segundo plano Rusia, pero el conflicto no está ahí. Arabia Saudita ahora, que la compra de su petróleo está en manos de la economía China, ha decidido sincerar lo que de hecho ya está roto, la relación de subordinación con el unipolarismo financiero en Estados Unidos, y sigue a la puja interna que recorre a las transnacionales financieras unipolares, norteamericanas en específico. Que no solo ha sustituido el petróleo Saudí por Shale Oíl, que desarrolló y controló de la mano de Chevrón y Obama (Globalistas), sino que está decidido a imponérselo a la UE, principalmente a Alemania, confrontando con los intereses del gas natural que viene desde Rusia por una empresa conjunta (Wintershall-Gazprom).
Por lo tanto, la crisis del petróleo es una guerra por la energía y la producción real, una guerra geopolítica para mantener dividida a Europa. Para que la Unión Europea pos-Brexit anti-globalista no consolide su articulación con Rusia y el multipolarismo BRICS, y con el multipolarismo poliédrico pluriversal, así definido por el Papa Francisco. Pero claro está, que estos hechos debilitan, al punto de llevar a una fragilidad muy elevada, el esquema de moneda de reserva mundial Dólar-Petróleo, impuesto por las corporaciones multinacionales norteamericanas en 1973. Como sucedió también, cuando rompieron el esquema Dólar-Oro que rigió desde 1950 hasta 1973, porque ya no se correspondía con los intereses nuevos de las corporaciones trilaterales norteamericanas. Pero ahora contra las corporaciones unipolares norteamericanas.
Ahora, la crisis del patrón monetario Dólar-Petróleo es otra crisis. Una Crisis donde se pone de manifiesto concretamente que un patrón monetario impuesto por una correlación determinada de poder mundial -1950<>1973- también ha llegado a su fin, la transición ya está en marcha como lo señalamos en 2017[4],cuando el multipolarismo BRICS planteó su moneda de reserva el Petro-Yuan-Oro para febrero de 2018. Todos sabemos de una manera u otra, lo que significó la crisis del patrón de moneda de reserva mundial en 1966-1973, que comenzó con el planteo de Alemania y Francia al exigir que Estados Unidos pagara en oro la deuda que tenía con las corporaciones multinacionales en Europa, especialmente las norteamericanas, que fueron el motor del planteo. Qué además, tomo forma de “primaveras” en 1968 en toda Europa y en Sudamérica.
Retomando, esta es una crisis del petróleo que en realidad dispara definitivamente la crisis financiera global y la potencia. Ambas crisis van quedando “tapadas” para el gran público, por el modo en como las plataformas comunicacionales construyen el relato de qué es importante para todos, de modo de organizar y orientar a las poblaciones del mundo en un alineamiento a favor y en contra, de intereses y proyectos financieros pro globalistas o pro norteamericanos. De modo que no se observen los proyectos que emergen por fuera y en oposición a los intereses financieros en general. Para ellos, la crisis del Coronavirus es sensacional, cinematográfica, trágica y heroica, pero lo que nunca va a poder ser es entendida como una dimensión más de una lucha de poder internacional donde los pueblos y sus naciones puedan plantarse y pensarse desde un proyecto propio. De Pueblos nacionales en un esquema internacional multipolar pluriversal que le sea propio.

 

Las Crisis Financiera Global de 2020 y de 2008

Por ello, aunque se sabe, no se difunde ni debate que este virus es parte de una crisis múltiple, de una gran crisis mundial integral. De ahí en más, nadie se expide acerca de quién tiene intereses en qué esto suceda, a quién le sirve esta Pandemia que declaro la OMS como si nada. Menos aún se aborda cómo impacta en la realidad de las personas, de los pueblos y de las empresas nacionales pequeñas y medianas. Incluso pocos ponen en relación de qué modo esto beneficia o perjudica a los intereses de las empresas transnacionales globales.
Todos podemos observar cómo se desarrolla a la vez, la crisis bacteriológica del Coronavirus, la crisis financiera de las transnacionales globales, de las corporaciones en las bolsas y de las cities financieras del mundo. Una vez que hemos podido dejar en claro que hay que ponerlo en relación y observarlo de manera conjunta.
Se tapa la continuidad de este estallido de 2020 con el del 2008, porque esta es la continuación de aquella. Que además, se tapó emitiendo sin respaldo e inflando burbujas pero no solucionándola, se acordó una tregua y se financió a partir de emitir sin respaldo en la economía real. Se emitió para financiar a estas transnacionales que tomaron esos dólares y recompraron sus acciones, que subieron su precio por el camino ficticio de la timba-burbuja, pero en ningún momento invirtieron en la economía real, en volver a producir para desarrollar mayor riqueza y distribuir.
Es como si la guerra financiera entre transnacionales norteamericanas y transnacionales globales hubiera llegado a una tregua luego de ese 2008, tregua que se financio emitiendo dólares sin respaldo real, y hoy en este 2020 se reabre el conflicto estratégico financiero en otro momento y nivel de complejidad, en otro escenario, mucho más complejo. Porque ahora no es solo una puja entre intereses financieros de transnacionales norteamericanas vs transnacionales globales. Hoy la complejidad suma a los actores multipolares China-Rusia-India-África y Sudamérica. Pero se suman desde sus capacidades económico político estratégicas nacionales; también se suman en defensa de la ecología integral, las 5 grandes religiones monoteístas, humanistas y las religiones cosmogónicas de los pueblos originarios desde sus capacidades filosófica-religioso-cultural estratégicas también poliédricas-pluriversales.
Muy pocos tratan la relación entre crisis energética, de burbuja, de patrón oro y su relación con la necesidad de una Pandemia de Coronavirus para retomar la iniciativa estratégica de poder, sin importarles la vida humana, la vida de las personas y la vida en general. Poder situar el Coronavirus y la crisis que la pandemia implica en lo económico, político, cultural y estratégico necesita que lo podamos relacionar con todo lo otro que viene sucediendo: la crisis del petróleo, la crisis de la burbuja, la crisis del patrón de reserva y cambio internacional.
Para las transnacionales financieras globales nada tiene prioridad por sobre sus ganancias financieras, sus rentabilidades económicas transnacionales. Nada, ni las personas, ni los Pueblos, ni las Naciones, ni la Naturaleza, ni los gobiernos nacionales y los estados.

 

Crisis de las transnacionales financieras y oportunidad nacional

Todo esto fuerza también, que las personas, pueblos y naciones tengan que ponerse seriamente a resolver la catástrofe en que nos metieron estas transnacionales financieras globales y que nos trajera hasta este momento crítico de la Humanidad y de la Naturaleza. Por ello, el planteo concreto y la reflexión-acción acerca de las opciones a los unipolarismos financieros Global o Continentales, nos fuerza a debatir y construir las opciones alternativas pluriversales poliédrica y multipolar con columna vertebral en la humanidad y la naturaleza, situada en la persona misma. En lo nacional que se conjuga como sustrato y sujeto histórico del pluriversalismo universal multipolar poliédrico pos-capitalismo financiero unipolar. Porque sus pasos iniciales ya los dio en la pos crisis de 2008-2016, y en el 2020 se encuentra en el momento de poder profundizar, al punto de plantarse con su propia moneda multipolar de reserva.
El desarrollo que implican estas tres crisis y la cuarta de moneda de reserva es importante recuperarlas y trabajarlas para observar cómo impacta en los Continentalismos que conocemos. Cómo impacta por ejemplo en el caso de la UE y la particularidad que implica que Alemania asuma la decisión de avanzar por sí misma primero y no como conjunto.
Primero es claro que Alemania puede realizarlo, por el modo en cómo se constituyó esa UE, como construyó el pasaje de CEE bajo dominación norteamericana, en tensión siempre con la Gran Bretaña derrotada en 1944, a la UE donde se despliega una puja entre el globalismo londinense y el continentalismo europeo con iniciativa de Alemania-Francia-Italia, a partir del poderío industrial estratégico de la triada, en tensión con las cities financieras globales de Londres-Paris-Ámsterdam.
Puja de poder que, a partir del Brexit 2016-2020, va posicionando y consolidando la primacía de esta Triada industrialista estratégica frente al poder de la red global de cities financieras. La misma Triada estratégica del periodo de crisis mundial 1890-1950, donde esta fue derrotada por el poder financiero anglo-holandés-veneciano (Londres-Ámsterdam-Venecia). La misma triada que recibió también apoyos desde Estados Unidos, de sus pares del industrialismo como Henry Ford.
Donde la particularidad de la agresividad y generalización en el Norte de Italia del Coronavirus nos alerta que, lo que allí sucede es muy específico, porque allí se produce un foco tan grande de agresividad y masividad. Este caso debemos pensarlo con cuidado. Porque hace que Alemania siga adelante porque no puede parar, ya que es un gran motor solo en tanto avanza. Por ello, para Alemania desde lo nacional europeo, detenerse no es una opción, y por ello avanza y en su avance va fortaleciéndose en su relación con China-Rusia y desde ahí se re-articulara en algún momento o pasada la pandemia con el resto de la UE.
Pero lo nacional para Alemania (que incluye Francia e Italia) le permite seguir adelante formando parte de lo nuevo que emerge alternativo a las transnacionales financieras globales. Esta decisión de Alemania no está por fuera de la iniciativa de las transnacionales globales, cuyo objetivo fue siempre controlar y debilitar la UE desde Londres-París. Para ello reforzó todo lo que debilitaba y retrasaba en cada país, para frenar y resquebrajar la UE. En este contexto, entonces se vuelve importante observar cómo lo Nacional, el gobierno y estado nacional, la identidad nacional, que estaban bajo amenaza permanente frente a la ofensiva singular de las transnacionales financieras globalizantes, ahora se les abre todo un nuevo panorama de oportunidad histórica.
Esas transnacionales los querían y necesitaban licuados en los singularísimos localistas, de tribus urbanas, de individuos emprendedores singulares tercerizados, que hiciera “desparecer” todo lo constitutivo nacional cultural histórico propio de la comunidad y la persona.
Pero también es importante preguntarnos, cómo lo nacional, la identidad nacional, pero también la realidad administrativo jurídica, reemerge en relación a lo pluriversal multipolar poliédrico. Porque lo nacional es intrínsecamente fundante y necesario en lo multipolar y pluriversal[5]. En cambio, es para el Globalismo transnacional financiero un obstáculo, un problema, una traba, un poder e identidad a ser destruida y que lo desafía como comunidad que se proyecta estratégicamente, en la política de gobierno y en el desarrollo estratégico del estado y la comunidad.
Estas naciones, luego del desarrollo del multipolarismo en su primer despliegue como BRICS, también van a ir desarrollando regiones. Se agrupan conformando regiones a partir de su historia cultural, económica, política, que en ese desarrollo también van a ser parte fundante de lo propio de este momento histórico: que es lo multipolar poliédrico pluriversal, humano, de economías reales y enfrentadas a lo trasnacional de las economías ficticias de burbuja y timba financiera.
 
Lo nacional en la UE y en la Unasur-Celac
Podemos observar dos procesos distintos, cómo lo nacional en la UE se despliega y cómo lo hace en la Unasur-Celac.
La Unión Europea –UE-, primero fue fundada como Comunidad Económica Europea –CEE- en 1957 por la comunidad del acero y el carbón, por las corporaciones multinacionales norteamericanas, en confrontación con las corporaciones británicas, debilitadas integralmente en la Segunda Guerra Mundial. Las Corporaciones Norteamericanas en su posición y capacidad de expansión, como vencedor en la Segunda Guerra Mundial (de modo similar será en Japón), van ocupando el territorio del bipolarismo occidental.
El pasaje de CEE a UE (2008-2010) hace al momento donde Alemania-Francia-Italia recuperan grados de libertad -2010-2012- a partir del conflicto interno del poder anglo-globalista, entre el Contienentalismo norteamericano y el globalismo anglo-holandés. Un momento, donde la crisis de las transnacionales en 2008 las debilita y permite esta nueva realidad-escenario. Pero la UE, como continuidad de la CEE, aun no es un continentalismo por fuera del control de las transnacionales financieras. Con las realidades de esta crisis general en su despliegue, que significan y se manifiestan en la victoria electoral de Trump y el Brexit, es que se dan y manifiestan las condiciones para avanzar y dar los saltos de calidad en la batalla. Porque la city financiera de Frankfurt reemplazará a la de Londres. Sí la City de París se hubiera impuesto, entonces todo seguirá igual que antes, en cambio sí el Consejo Europeo, Político, se impusiera e impusiera a la City de Frankfurt (en ese camino iba hasta la Crisis Coronavirus de Enero de 2020), ya nada sería igual.
En síntesis, este momento de crisis de las transnacionales globales en el marco de la cuádruple crisis mundial, en donde Alemania decide avanzar como Alemania, en relación a Rusia-China y enfrentada a lo Transnacional, lo nacional de Alemania le permite cohesionar lo propio (Alemania-Francia/este-Italia/norte) y avanzar contra lo Transnacional financiero unipolar.
El proceso en la Unasur/Celac es diferente desde sus inicios. EEUU nunca pudo consolidar el ALCA como continentalismo en Sudamérica, sí desplego el NAFTA hasta México, pero la crisis del TLCAN con el triunfo de Trump en 2017, debilito todo ese proceso que se inició en 1994. Toda una diferencia con la UE que viene desplegándose desde 1950. Pero, además, en la Unasur/Celac nunca EEUU pudo imponer una identidad continental que subordinara a las naciones, si las dividió en sus distintas iniciativas. Por ello, cuando se funda la Unasur/Celac, lo nacional lo hace desde sí, desde un dialogo de naciones fundantes enfrentadas a lo Transnacional financiero continentalista. Incluso con apoyo de Alemania y Francia en su lucha contra el ALCA, tanto en 1994 como 1999-2001.
Lo novedoso de esta crisis, se observa cuando lo nacional y los pueblos en su ser nacional van resistiendo a lo transnacional financiero angloamericano, y construyendo lo propio desde lo nacional sudamericano industrial, pero también fortaleciendo la identidad nacional desde lo filosófico cultural. Donde lo especifico económico político tiene su peso, pero para los pueblos pesa más la historia filosófica religiosa político-cultural común, desde su memoria histórica política hispano-americana. Ya que lo económico siempre es un ausente con aviso para los pueblos y sus necesidades, y lo presente es lo nacional, estatal. Presente en lo productivo, en lo educacional, sanitario, en el transporte, la electricidad, etc.

 

Identidad Nacional y los Nacionalismos

Este nacionalismo sudamericano no es un nacionalismo que se militariza para enfrentar a un oponente que entra en declive y resiste (como el británico 1900-1944) dejar paso a actores en ascenso económico estratégico; o como aquel nacionalismo también ascendente en Estados Unidos, que se asocia a Gran Bretaña acompañándola en su batalla contra Alemania, desde la retaguardia.  Le aporta entonces la industria militar estratégica y la desarrolla, dejando que Gran Bretaña se desgaste, y que los bombardeos y la guerra la debiliten para, por último, cuando la URSS había ya había hecho lo propio con Alemania desde su flanco este, entrar tarde a la fase militar en sí y así poder avanzar superando a Gran Bretaña y controlando a todos los países europeos del oeste bipolar (1950-2009) y subordinando a Alemania occidental como parte de su área de influencia. Este es el caso del nacionalismo expansionista norteamericano, tal cual fue la historia entre Estados Unidos y Alemania. Así se constituye el bipolarismo de la segunda pos-guerra mundial.
Estados Unidos también realizo la misma maniobra y plan para con Japón, la otra potencia ascendente decisiva desde 1929. Su control se realizó por vía de las dos bombas nucleares lanzadas en 1945 sobre la población Japonesa. El Contienentalismo financiero norteamericano no había combatido con Japón en la Segunda Guerra, tuvo que “suceder” el ataque “no avisado” de Japón a la isla de Pearl Harbor, Hawái, en diciembre de 1941, para que pudiese tener la legitimidad ante su pueblo para declararle la guerra en 1942, es decir lanzar las dos bombas nucleares. Desde esa posición se proyectó al Asia Pacifico. Japón no pretendía rendirse a EEUU, con quien no había combatido, y si a la Unión Soviética con quien si lo había hecho. Solo este ataque como bambas nucleares forzó el curso de los hechos. Estados Unidos ya había hecho esta maniobra antes cuando se quedó con territorio español en México, Centroamérica y el Caribe en 1900.
Estos, el de EEUU, Alemania y Japón, eran los tres nacionalismos expansionistas imperialistas de la época en su fase de ascenso para constituir continentalismos o regionalismos expansionistas sobre la posición del Imperio Británico.
En cambio, estos nacionalismos pos 2008, en esta crisis mundial integral y estructural, son de nuevo tipo. Porque lo que entra en crisis son los continentalismos del bipolarismo: el soviético en 1990 y el norteamericano en 2020, dos Perestroikas que son desgranamientos de su poder desde lo económico estratégico. Procesos bien diferentes el soviético del norteamericano. El soviético porque no absorbió ni subordino en su complejo industrial estratégico a las naciones en su órbita-continentalista y, por lo tanto, fue superado por el Contienentalismo norteamericano, que sí lo hizo, potenciando así su propio complejo industrial estratégico .
En cambio, el Continentalismo norteamericano se debilita desde la crisis financiera global de 2008-2013. Porque el complejo industrial estratégico se fracturó en dos, donde lo nuevo es una fracción importante que se globaliza controlando la OTAN. Y lo hace dando un salto, luego de haber desarrollado un Tricontinentalismo a partir de Alemania-Europa y del Japón-Asia Pacifico entre 1950 y 1973. De ese modo, el Tricontinentalismo de 1973-79, subordina a factores de poder norteamericanos retrasados y se manifiesta en el proceso de cambio del patrón dólar-oro al patrón dólar-petróleo.
Este cambio en el patrón de moneda de reserva mundial es el mayor indicador de este momento, de crisis y cambio. Para ello, se subordina al esquema de moneda de reserva a Arabia Saudita, que vendía la mayor parte de su petróleo a las corporaciones norteamericanas en los tres continentes. Esta dependencia de Arabia Saudita se manifestará en la subordinación al esquema de moneda patrón Petro-Dólar.
La fracción más dinámica que desplego el Tricontinentalismo se globalizo a partir de 1989-91, cuando las corporaciones multinacionales norteamericanas con casa matriz en Estados Unidos, se transformarán en redes financieras globales sin casa matriz central, pero con una red global de casas matrices financieras –City Financiera- interconectadas por una Red de comunicación y transmisión de datos –internet- que deviene en el Big Data de ese momento. Estas redes financieras globales, deslocalizarón y deslocalizarán mucho más aun el sistema industrial productivo real desde Estados Unidos al mundo, y desde Europa y el Asia Pacifico hacia la China británica de Hong Kong, Shanghái, Taiwán, etc. En ese espacio, controlaban sus cities financieras y tienen mano de obra barata para profundizar la apropiación de riqueza social y las ganancias.
Esta nueva forma de capital global y su estrategia globalista, es lo que se enfrenta con las corporaciones multinacionales norteamericanas y, a partir del 2016/7, con un nuevo tipo de nacionalismo oligárquico de ex-potencia central continental, representado por Donald Trump y Boris Johnson.
Así, este continentalismo norteamericano retrasado –Bush- y el nacionalismo oligárquico norteamericano –Trump- tienen en común su anti-globalismo, por diferentes objetivos e intereses. Y estos nacionalismos oligárquicos industrialistas, se potencian en Estados Unidos y Gran Bretaña a partir del enfrentamiento entre el Globalismo financiero que avanza y asciende en su capacidad de proyectar poder frente a todos los continentalismos que se retrasan y entran en declive.
Por esto es importante observar, que el momento bisagra en este proceso es: a) la derogación de la Ley Glass Steagall en 1999; y b) la “Caída de las Torres Financieras Globales” de Wall Street en septiembre de 2001 que muestra la reacción defensiva del continentalismo norteamericano. Movida Continentalista que vuelve a reafirmarse en c) la “Caída de la Banca Financiera de Inversión global Lehman Brothers” en 2008. Estos hechos, subrayaron el interregno de pasaje de un periodo que cierra 1999-2001/2008 a uno nuevo que abre la puja de actores poder a los emergentes multipolarismo en 2013/14.
En 2013-2014, emergen las formaciones multipolares pluriversales, el denominado BRICS –Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica-, desde el dialogo económico estratégico y el Dialogo poliédrico Interreligioso desde lo filosófico-cultural estratégico. Entonces, las naciones más relevantes en lo poblacional y económico suben a escena, al escenario de las luchas del poder internacional.
En 2016/7 se despliegan, en gran escala contra las cities financieras globales, los nacionalismos oligárquicos en EEUU y en Gran Bretaña con los hechos claves: Trump y el BRExit. Siempre aparecen mezclados con los Continentalismos, ambos ahora a través de los partidos políticos llamados conservadores: Republicano en EEUU, y Conservador en Inglaterra.
 
Nacionalismos, Globalismo unipolar y Pluriversalismo multipolar
Emergen en este momento histórico dos tipos de naciones y nacionalismos donde la escala universal-pluriversal geopolítica/geoestratégica del poder se instala como la referencia a partir de la cual, es posible pensarlas.
Recordemos, que enfrentadas al Globalismo unipolar financiero, el capital financiero global, la red financiera global y la red de cities financieras de grandes bancas, dominando bancos centrales en el BIS y en cada país. En todos los casos, la institución central en cada país es el banco central. Institución “independiente” y de mayor relevancia, para el globalismo, que las elecciones nacionales de autoridades políticas representativas de la nación y sus partidos políticos.
En cambio, en lo multipolar pluriversal lo central son las autoridades políticas elegidas por los pueblos de cada nación. En este punto, tanto las naciones potencias en crisis como las naciones periferias empoderadas, actúan del mismo modo, enfrentando a los intereses financieros oligárquicos globalistas.
Las naciones y nacionalismos de periferias emergentes, que provienen de una historia de pueblos en lucha, y no de oligarquías, asumen esta nueva realidad de formaciones emergentes multipolares pluriversales como una oportunidad histórica, pero también como sujetos de esa historia a recorrer construyéndola. Son naciones y nacionalismos en lo pluriversal, y no pueden ser ni hacer, sino es en el marco de un espacio de conducción política pluriversal-universal. Se trata de un nacionalismo popular, anti-oligárquico financiero global, donde lo pluriversal es la instancia política de dialogo y existencia político estratégico.
Donde las Identidades políticas nacionales son lo principal en la constitución de lo nacional-cultural estratégico. Identidades nacionales que, en el momento de crisis de los actores transnacionales, tendrán una fuerte puja a su interior por constituir lo popular del Pueblo como sujeto político nacional de la historia pluriversal (universal), en lucha interna con el nacionalismo oligárquico. En este momento se reactualizan los debates acerca de las identidades nacionales populares y las antinomias que plantea el globalismo oligárquico. Ese globalismo, que se presentará bajo sus ropajes y formas socioliberales seudo-progresistas para arrastrar tras de sí a sectores de clases medias. Allí las formas culturales son lo principal para desintegrarlas, porque lo material no es su problema cotidiano. Estas clases medias son lo que está en diputa entre la Oligarquías nacional-transnacionales y el Pueblo nacional pluriversal.
Lo propio de una estrategia Popular de masas está en consolidar lo Nacional, la Nación. Una Nación-en el-Pueblo y un Pueblo-desde lo-Nacional en lo Pluriversal multipolar de naciones-pueblos. En la posibilidad de ser persona, que personifica una realidad de trabajo y producción, ciencia y tecnología real, y como tal un Pueblo que produce trabajando sus realidades. Que produce realidades materiales económicas y culturales como comunidad organizada en un proyecto de nación y de destino común, donde lo político Gobierna la relación estado y mercado democratizando.
Identidad, Nación, Pueblo Nacional en lo pluriversal multipolar, en lo económico político estratégico, pero también en lo pluriversal poliédrico y en lo filosófico cultural religioso estratégico.
Bibliografía
Wim Dierckxsens, 1998 Los límites de un capitalismo sin ciudadanía, Editorial DEI, Costa Rica.
Walter Formento, Octubre de 2013. Crisis financiera global y Oportunidad histórica  para los Pueblos del mundo. 1er. Congreso del Pensamiento Nacional Suramericano. Noviembre de 2013, Chapadmalal, Argentina.
Wim Dierckxsens y Walter Formento, et al. 2018, La Crisis Mundial, Unipolarismos, Multipolarismos, Globalismo, Pluriversalismo, Editorial Fabro, Argentina.
Wim Dierckxsens y Walter Formento, 2019, Prospectiva Geopolítica para el año 2020, Ed. FEDUN, Argentina.
Wim Dierckxsens y Walter Formento, 2019, Nuevo Imperio global u otra civilización, Inteligencia artificial y guerra de Big Data, Editorial DEI, Costa Rica.
Wim Dierckxsens, Andrés Piqueras, Walter Fomento, et al. El Capital frente a su declive, Editorial DEI, Costa Rica. 2018.

[1] BBC News, 18/03/2020. Coronavirus: cómo el virus se volvió parte de la “guerra” política entre EE.UU. y China. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51938799

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Dodd-Frank_de_reforma_de_ Wall_Street_y_protecci%C3%B3n_del_consumidor

[3] Disponible en: https://ciepe.com.ar/wp-content/uploads/2019/10/2019-10-15-Perestroika.-De-la-ca%C3%ADda-sovi%C3%A9tica-a-la-de-Washington-1989-2020.pdf

[4] Hacia un nuevo sistema monetario internacional, ALAI, 20/10/2017. Ver en: https://www.alainet.org/es/articulo/188739

[5] Samir Amín 2018, http://www.observatoriodelacrisis.org/2018/08/entrevista-de-walter-formento-y-wim-dierckxens-a-samir-amin-junio-2018/ ;https://lahistoriadeldiablog.wordpress.com /2010/01/30/teoria-de-la-desconexion-de-samir-amin/

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