“Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación. Una es la espada, la otra es la deuda.”
John Adams. 2do Presidente de los EEUU (1797-1801).
“…la Iglesia celebra las formas de gobierno y los bancos —muchas veces creados a su amparo— cuando cumplen con su finalidad, que es, en definitiva, buscar el bien común” si bien “pueden decaer en estructuras de pecado”. Del mismo modo, ha denunciado que la mayor estructura de pecado es “la misma industria de la guerra, ya que es dinero y tiempo al servicio de la división y de la muerte”.
Papa Francisco, Febrero 2020
La Deuda externa sigue a la Guerra, que puede ser militar o financiera y, viene a consolidar en lo cotidiano económico la realidad que esa Nación o País ha sido derrotado y subordinado. Las condiciones de la Deuda, esa que le impone el acreedor (potencias o transnacionales financieras) al deudor, hacen al modo en que las condiciones de la dominación se imponen. Estas serán primero económicas en lo financiero, para luego serlo en lo industrial (desindustrializando), en lo comercial (importando), en lo cultural (prefiriendo lo importado), en lo estratégico (siendo parte de la destrucción de las capacidades de ejercer soberanía propia nacionales-sudamericanas).
La primera situación de Deudor que le imponen a las Provincias Unidas del Sud (constituidas en 1816 en el Congreso de Tucumán) lo hace Inglaterra en 1824. El acuerdo lo personificara Rivadavia en representación de los Intereses Británicos y de los grupos locales de Buenos Aires, que dejará en manos de éstos el bien estratégico más preciado, que eran las millones de hectáreas de tierra fértil y el puerto de Buenos Aires, y combatirá para destruir las capacidades industriales que las Provincias Unidas del Sud hispanoamericanas habían desarrollado desde el año 1590.
La deuda externa impuesta por los intereses angloholandeses y de los grupos locales asociados con Rivadavia, viene a coronar la victoria militar que primero se dio y que les permite imponer el plan de separar el Puerto de Buenos Aires y sus tierras fértiles del proyecto estratégico hispanoamericano-sanmartiniano para subordinarlo al proyecto británico-rivadaviano de desmembrar las Provincias Unidas, constituidas en 1816, y subordinar todo al puerto y a la provincia de Buenos Aires denominándola República Argentina.
Ley de Entidades Financieras y la nacionalización de las deuda de 1977-82
Así como repasamos la primera imposición de deuda externa en 1824, cuando se enfrentaban proyectos de país-territorio: uno que refería a la potencia imperial británica en ascenso y consolidada, luego de la derrota del proyecto español que entra así en su fase de declive. Y el tercero es el proyecto hispanoamericano que planteaba las Provincias Unidas del Sud, desde el Alto-Perú hasta la Patagonia, Malvinas y Antártida (hoy: Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y todo el sur del Brasil).
En 1976-1977, las potencias anglosajonas (Inglaterra y EEUU) confrontaban el proyecto nacional suramericano hispanoamericano que se había fortalecido desde la crisis financiera mundial de 1929, en Argentina y toda la región. Ese proyecto había reconstituido las capacidades industriales estratégicas, su complejo industrial científico tecnológico y la soberanía durante la crisis financiera y guerra de 1929-1950. Estas capacidades son las que busca debilitar y destruir el golpe de Estado y la facción golpista en 1976, con Kissinger-Martinez de Hoz y la facción militar afín. La Ley de Entidades Financieras de 1977 será el principal paso para destruir las capacidades industriales soberanas. Le seguirán la monopolización del papel prensa, de las agencias de noticias y de los medios de comunicación.
La Ley de Entidades Financieras no solo consolida al poder financiero por sobre la producción real, sino que subordina y consolida a un conjunto de grupos económicos locales que se desnacionalizan no solo en lo económico, sino también en lo político, cultural y estratégico. Pasando a operar en las filas del bando transnacional.
En este marco es que Alejandro Olmos (p), impulsó la causa penal que determinó el origen ilícito de la deuda pública argentina. El 4 de abril de 1982 (pos derrota militar en Malvinas) hizo la primera presentación en la Justicia. En el año 2000, tras 18 años de investigación, el Juez Jorge Ballestero emitió un fallo que no tiene precedentes en el mundo, y que corrobora la ilicitud de la Deuda Externa, estableciendo la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura financiero-militar que la contrajeron y la corresponsabilidad de los organismos internacionales como el FMI, que aprobaron prestamos ilícitos y fraudulentos.
La deuda externa argentina no tiene justificación administrativa, económica ni financiera. De 7.000 millones que el país debía cuando asumió la dictadura, pasó a deber 45.000 millones en 1983. Cavallo, Aleman, Sigot, Gonzalez Solar, estatizaron la deuda privada de grupos financieros locales como: Macri, Bridas, Pérez Companc, Bulgheroni, Renault Argentina, Grupo Clarín, Papel Prensa, etc. En 1984, el Ministro de Economía, Bernardo Grinspun, alcanzó a auditar el 50% y determinó que el 90% de la deuda era fraguada. En setiembre de 1984, los grandes bancos extranjeros proceden con un golpe de Estado/mercado que derribara al Ministro de Economía Grinspun en 1985. Luego, el ministro José Luis Machinea firmara los pagarés y hará responsable al Estado de la deuda privada frente a los acreedores internacionales.
1989 y la Deuda Eterna
Pero será recién a partir de 1989/91 que se crean las condiciones para que el Gobierno de Argentina tenga que aceptar las condiciones que les imponen los intereses vencedores de la Guerra de Malvinas. La llamada Guerra de Malvinas fue el escenario donde se pudo forzar el ingreso de Argentina a una guerra contra Inglaterra y Estados Unidos juntos. Por lo tanto, es la historia del ingreso a un conflicto militar que se había perdido de antemano.
No se podía ganar una guerra militar en el terreno y las condiciones que imponen las dos grandes potencias anglosajonas. Por lo tanto, fue el modo en que se resolvió un fuerte enfrentamiento interno entre intereses, donde una facción, la liberal y luego neoliberal, formaba parte ya de antemano de los intereses conjuntos ingleses y norteamericanos. El ciclo histórico que se había abierto desde 1929-44 llegaba a su fin y cerraba en el periodo 1979-1991, con ello los intereses angloamericanos y angloholandeses se consolidaban nuevamente. La Perestroika Soviética en 1991, sería la manifestación que el unipolarismo angloamericano seria la nueva fase; pero el triunfo de Clinton en 1993 alerta que el unipolarismo está compuesto por dos actores contrapuestos, el angloamericano continental (el industrialismo norteamericano histórico fundacional de 1782, con Washington-Adams-Lincoln-Roosevelt) y el anglo-holandés globalista (los mercaderes de la cities financieras de Venecia-Amsterdam-Londres-Nueva York).
Este es el marco, contexto y situación que darán sentido a cada interés y fuerzas políticas en el tiempo social que va de 1979 hasta 1991. El plan de nacionalización de Deuda Externa en 1992-1994 y la reforma de la Constitución Nacional de 1994 dan forma y contenido a la nueva situación internacional, donde las transnacionales financieras se despliegan como una fuerza que necesita prescindir de los Estados naciones, de los acuerdos regionales y de los organismo internacionales del bipolarismo.
El Tratado de Madrid de 1990, donde al proyecto nacional sudamericano hispanoamericano se le imponen las condiciones del proyecto conjunto de ambas facciones anglo financieras (anglo-americano y anglo-holandés), aunque con contradicciones entre ambas, es el momento de ejecución de la destrucción de las capacidades estratégicas soberanas industriales, científicas y tecnológicas. Pero ésta imposición del plan financiero angloholandés de colonización, por segunda vez, la primera en 1824-1853-1862 y la segunda en 1976-82-1991.
En 1992, con el “canje de deuda” del Plan Brady, donde se refinanciaron 31.000 millones de dólares, entre honorarios y comisiones se pagaron alrededor de 250 millones de dólares. Con el Plan Bradyse quintuplicó el precio de cada bono y la deuda total. Luego, Cavallo, contrató a los “bancos tenedores de bonos” para que determinaran el monto de la deuda Argentina y los intereses. Uno de los representantes de la “banca tenedora” era Guillermo Walter Klein, artífice junto a Martínez de Hoz y Cavallo de la deuda de la dictadura financiero-militar de Kissinger-Videla-Martínez de Hoz 1977-82.
Revisando los archivos del Ministerio, se hallaron los documentos que prueban el grado de complicidad del FMI en todo esto. Entre ellos, una carta del director del FMI, Michel Camdessus, fechada el 16 de junio de 1993 y dirigida a la comunidad financiera internacional, en la que sugiere aprobar toda la política económica del gobierno porque Argentina se había comprometido a entregar sus capacidades estratégicas de soberanía a través de las privatizaciones de las llamadas empresas públicas, en concreto todo el complejo estatal-publico industrial-comercial-servicios científico tecnológico.
Cuando se instrumentó el Plan Brady en 1992, donde el FMI para apoyar el ingreso al Plan exigió la modificación de la legislación laboral, la privatización del sistema jubilatorio y la venta de todas las empresas públicas, especialmente la petrolera estatal YPF. La consecuencia fue un gran negocio con la venta de los bienes públicos, comprados a precio vil por los bancos extranjeros. Todo lo que ocurrió de 1992 en adelante, se programó en Estados Unidos con la colaboración del FMI, del BID y del Banco Mundial. El Banco Mundial, certificó que la deuda contraída durante la dictadura en nuestro país fue utilizada en: un 40% para fuga de capitales, un 30 % en pago de intereses de la deuda y un 30 % en compra de armamentos.
Situación de la República Argentina en diciembre de 2019:
- Entre 2015 y 2019, el peso de deuda argentina creció un 87%. En 2019 represento el 91% del PBI.
- En 2015 la deuda externa era del 28% de la deuda total, 2019 es el 50 %. Además la porción de la deuda en manos de acreedores extranjeros se triplicó en 4 años.
- Gran parte de esta deuda vence entre 2020 y 2023.
- Por año el pueblo argentino tendría que pagar 50 mil millones de dólares. Con estos plazos y estos montos la deuda es impagable.
- El 90 % de los dólares que ingresaron al país como deuda durante los últimos 4 años (2015/19) no se invirtieron en operaciones productivas, sino que se fugó en operaciones financieras.
Durante los últimos cuatro años (diciembre 2015-2019), particularmente los dos últimos (diciembre 2017-19=), se tomó deuda de modo llamativamente desmesurado: se acudió al FMI, se suscribieron acuerdos de pago, y no solo que ningún funcionario fue al Congreso, sino que todo se hizo sin autorización alguna del Poder Legislativo. Esto permite presuponer un plan común entre los Fondos Financieros de Inversión privados, la administración Lagarde-Lipton del FMI y particularmente del gobierno de Macri para construir esta situación de insostenibilidad. Por insostenibilidad se entiende no solo la capacidad de pagar la deuda externa con los acreedores financieros privados, sino de poder gobernar la República Argentina con otro plan de gobierno que no sea el de los acreedores financieros transnacionales “privados”. Para hacer frente a los vencimientos se debería reducir el presupuesto en un 80%, esto sería no pagar jubilaciones, ni a docentes y abandonar las obras públicas.
Macri, deuda y fuga
Ese plan tuvo dos autores intelectuales: la administración Macri en la Argentina y la gestión Christine Lagarde y David Lipton en el FMI. Una pieza clave de la estrategia era permitir la fuga de capitales: por eso el gobierno de Macri levantó todas las barreras a la salida de divisas del país y el FMI no le exigió que hiciera nada al respecto antes de desembolsar el dinero, contradiciendo al artículo IV de su estatuto. En tanto que los Fondos de Inversión, que aprovecharon esas circunstancias para embolsar ganancias que cuadruplican los valores del mercado internacional, deberán pagar el costo de ese riesgo, porque no solo conocen el modus operandi si no que forman parte de una estafa global.
Esto es lo que fue confirmado por el Banco Mundial (World Bank, Organismo Oficial de la ONU), que certifica con máximo poder fedatario el delito denunciado por Cristina Fernández y ratificado por Alberto Fernández. Lo que planificaron y ejecutaron durante el gobierno de Macri es un acto de máxima criminalidad financiera, en perjuicio directo del Pueblo y la Nación Argentina. Esta crisis del crédito que nos obliga al default, ha sido planificada. Por eso están interviniendo los máximos pesos pesados de la geopolítica mundial. En el World Bank -Banco Mundial- esta semana pasada, se produjo una Crisis de Directorio, por la que renunció su economista en jefe Penelopi Goldberg.
Concluida la primera misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el año para avanzar en un acuerdo con respecto al préstamo Stand By por USD 44.000 millones, el presidente Alberto Fernández celebró que el organismo de crédito internacional reconociera la posición argentina respecto de los procesos de endeudamiento.
Dos factores fundamentales concurren a lo que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó como un préstamo virtualmente ilegal: la violación del Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, que prohíbe al organismo “financiar” la salida de divisas, y la reincidencia en dicha conducta, si se considera el desempeño del Fondo en la crisis argentina de 2001-2002.
El FMI de Gieorgeva banca y hay plan
El FMI confirmo que la deuda es insostenible y solicitó una quita apreciable a los acreedores privados. El FMI le pidió a los acreedores privados que acepten una quita “apreciable”. Con esto le hizo un guiño trascendental al gobierno de Alberto Fernández en la tensa renegociación con los bonistas.
Alberto Fernández tiene un plan para pagar la deuda externa. Utilizar el artículo 4 del estatuto del Fondo para establecer el cronograma de pagos al FMI y la oferta inicial que hará Guzmán a los bonistas bajo legislación internacional. El artículo 4 implica una revisión de las cuentas nacionales, lo cual le permite a Alberto Fernández establecer el roll over (traspaso de un contrato que finaliza a otro que todavía tiene lejano su término) de la deuda con el FMI y definirá la propuesta -quita de capital e intereses y postergación de los pagos- de los bonos con ley New York que tienen los acreedores “privados”, fondos de inversión y bancos que operan en Wall Street y Londres, entre otras plazas financieras.
La jugada del artículo 4 no es un hecho azaroso, ya estaba en el plan de Alberto Fernández cuando Francisco habló con Georgieva y le explicó las intenciones del entonces presidente electo. La futura directora ejecutiva del FMI -aún no había asumido- creyó en el Papa y se comunicó con Alberto Fernández. Y el futuro presidente aceptó las reglas de juego: si no había aval de Estados Unidos y los estados más poderosos de Europa, no había plan para honrar la deuda externa cuando fuera sostenible. La gira europea se ajustó a la propuesta estratégica de Georgieva, y el presidente regresó de Roma, Berlín, Madrid y París con un respaldo explícito a su plan de postergar los pagos al FMI y recortar el capital y los intereses de los bonistas bajo legislación internacional.
En el G20 de Finanzas, el ministro mantuvo un encuentro clave con Georgieva y una reunión estratégica con Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Mnuchin ratificó a Guzmán que Donald Trump respalda la estrategia negociadora de Alberto Fernández, y confirmó que ese aval será honrado cuando el FMI trate el Caso Argentino. Los plazos de pagos al FMI y la propuesta inicial a los bonistas bajo legislación extranjera con los números del estado de la economía nacional que establezca la revisión técnica fijada por el artículo 4 del estatuto del Fondo.
El ministro de Economía, consiguió acordar tres años de gracia antes de transferir la primera cuota. El primer pago debía realizarse en 2021, pero se abonará recién desde 2024.
Destrucción de los motores de economía real y soberanía
Desde 1977 la estrategia de destrucción de los motores estratégicos de soberanía económico-política vienen siendo desfinanciados y desmembrados. Pero fue a partir de 1991, cuando ya se había firmado el Tratado de Madrid-Londres de rendición, que se procede a privatizar sus nodos económicos centrales y también todo su sistema de controles aduaneros, de certificación de calidad, etc., entre 1995-1999.
Cuando privatizar significa entregar al capital transnacional financiero. Se Transnacionalizan los nodos económicos centrales y se abren las condiciones para que estos nodos importen los bienes y servicios de modo también transnacional. Por lo tanto, esos motores estratégicos estatales-públicos (el producción naval marítima y fluvial que componían la flota de transporte soberano propio, el complejo aeroespacial, el ferroviario también con la producción de locomotoras y vagones de todo tipo, el compejo automotor que siempre fue mixto, el complejo industrial militar científico tecnológico estratégico nacional en todo su rango, diversidad y interconexión, el complejo de telecomunicaciones, el de radio y televisión; luego los de base: el minero, agrario, acero, aluminio, petrolero, gasífero, petroquímico, etc., con el correspondiente sistema de educación pública primaria, técnica, universitaria que formaba los cuadros técnicos para sector y nivel) no solo se debilitan sino que se los entrega para la desmembramiento y apropiación privada transnacional de sus nodos estratégicos a partir de los cuales dominan el terreno de la actividad. Este es el modo en que Deuda y Guerra operan para doblegar nuevamente la voluntad soberana de un Pueblo. Doblegar pero no vencer.
Los esquemas de poderes internacionales y nacionales en el gobierno macrista
En el periodo a partir de 1966-73, los actores del poder internacional transitan una crisis que hace a las nuevas condiciones en que se desarrollaran las relaciones de poder internacionales. Los actores del poder internacional se transforman y ponen en crisis las relaciones en que se desplegaron. La corporaciones multinacionales norteamericanas en su despliegue, con la reconstrucción de Europa a partir de reconstruir Alemania y de la reconstrucción del Asia-Pacífico a partir de reconstruir Japón, desequilibran la balanza comercial y de pagos de Estados Unidos porque ahora producen en Alemania y en Japón, y venden en EEUU. Esta crisis se manifestara como la caída del Patrón Dólar-Oro y su relevo por el Patrón Petróleo-Dólar en 1973. Y en su desarrollo hacia el año 2008, a esta crisis, se le sumará el planteo multipolar de moneda, el Petro-Yuan-Oro.
En el periodo 1973-1983, el bipolarismo internacional EEUU-URSS, ingresa en su etapa de Perestroika, de “caída” o desgranamiento. Pero ambos actores internacionales hacen sus movidas como si sus fuerzas estuvieran intactas. La URSS se desgranara en 1987-91 y Estados Unidos ingresa en este momento en el periodo 2008-2020. Por otro lado, desde 1955, el Movimiento de Países No Alineados viene desplegándose como movimiento que convoca a los países del Tercer Mundo, a los que están por fuera del bipolarismo, con Egipto, India, China, Indonesia, Irán, Irak, Japón, etc. Esta reunión estableció una Nueva Alianza Estratégica Afro-Asiática. Esta historia en movimiento se articulará por varios caminos con la realidad que produce el periodo posterior a la perestroika soviética 1991-1999.
En síntesis, en 1979-91 las Transnacionales Globales angloamericanas (Citigroup, HSBC, Santander, etc.) dan un salto cualitativo que implica su despegue de sus bases nacionales y sus plataformas financieras e industriales recorren el mundo, consolidándose desde la China Británica de Hong Kong, Shanghái, Taiwán, etc.
En estas circunstancias de cambio estructural en los actores de poder internacional, y en la confrontación entre ellos, se sitúa la guerra por el control de Argentina y Chile. Donde el control de paso bioceánico Pacifico Sur-Atlántico Sur-Indico se vuelve región de máxima prioridad para el transporte marítimo de mercancías en el futuro inmediato 2010-2050. En este contexto se situara lo que se llamó la Guerra Argentino-Chilena de 1979 por el Paso Beagle, donde el conflicto no pudo escalar debido a las resistencias desde Chile y Argentina. Por ello, luego, tomara forma de Guerra argentino-británica por Malvinas en 1982. Donde los grandes vencedores fueron los intereses transnacionales conjuntos, norteamericano e inglés, y los perdedores el interés estratégico nacional de Argentina y Chile, y con ello de Sudamérica toda.
La Situación internacional, esquemas de poder y situación de Crisis Mundial
En la crisis que se abre entre 2001-2008, caída de las Torres financieras gemelas y del Banco de Inversión Global Lehman Brothers, ambas en la City de Nueva York, se pone claramente de manifiesto el enfrentamiento estructural entre los intereses financieros unipolares norteamericanos continentalistas con centro en Washington y los intereses financieros unipolares globalistas con base de apoyo en la red de cities financieras globales y sus bancos centrales controlados, por ejemplo la City de Nueva York y la Reserva Federal. El ataque sobre las instituciones de la city financiera global de Nueva York en 2001 y 2008 pondrá de manifiesto la reacción de continentalismo norteamericano al desembarco de la banca financiera de inversión sobre la banca comercial, que lleva a que la economía ficticia de timba financiera subordine a la economía real. Esto, que viene sucediendo de hecho desde enero de 1994, se institucionaliza con la derogación de la Ley Glass Steagall en 1999, por Bill Clinton, y muestra lo estructural del conflicto estratégico al interior del unipolarismo financiero, contientalistas angloamericanos versus globalistas angloholandeses, tanto en 2001 como en el 2008. Esta crisis mundial estructural se manifestara en dos hechos disruptivos y complejos de apreciar: El triunfo del nacionalismo industrialista oligárquico de Trump en Estados Unidos contra la City Globalista de Nueva York; y el triunfo de nacionalismo oligárquico del Brexit con Boris Johnson en Gran Bretaña contra la City Globalista de Londres.
Crisis Mundial: Trump, Brexit, Brics y Francisco
El despliegue del conflicto y enfrentamiento al interior del mundo de los intereses financieros unipolares, en 2013-2014 crea condiciones que se expresaran en los emergentes esquemas de poder del: Dialogo de Civilizaciones interreligioso, denominado Multipolarismo filosófico cultural pluriversalista, y de la Nueva Ruta de la Seda con todo un nuevo sistema estatal-publico industrial-científico-tecnológico, un nuevo sistema bancario-comercial y una nueva moneda, que es la estrategia del Multipolarismo económico-político pluriversalista.
Dos nuevos esquemas de poder emergen, por la grieta que abre el choque de intereses financieros unipolares en un conflicto histórico de los intereses financieros. Estos dos esquemas son complementarios pero no iguales, pueden coincidir o divergir. En esta primera etapa larga, coinciden con aportes desde diferente plano estratégico.
Dos esquemas de poder del unipolarismo financiero en crisis y confrontación estructural, y dos esquemas de poder del multipolarismo cooperando entre sí, aunando sus capacidades económico-políticas y filosófico-culturales. Confrontando estos contra la guerra financiera y la guerra militar-paramilitar del unipolarismo global.
Estos hechos son los que crean las condiciones, los actores del poder y las ideas que permiten abordar la resolución de un conflicto en Argentina y Sudamérica con soberanía, subordinando al poder de la Guerra y de la Deuda.