Guerra 2022 en Ucrania y en DAVOS: Crisis sistémica del Unipolarismo Financiero

Por Walter Formento[1] y Wim Dierckxsens[2]

Publicado el junio de 2022

Introducción

La actual fase del globalismo financiero unipolar, basado solo en la centralización de la riqueza social existente, ha llegado a un punto donde ya dejó de ser capitalismo. Porque ya no hay más acumulación de capital sino solo concentración de ingresos en cada vez menos manos. Samir Amin podría considerarlo, incluso, un sistema neo-tributario (Amin 2012:69) basado en el ejercicio de una violencia política sistemática. Klaus Schwab, en tanto presidente del Foro Económico Mundial (WEF – Davos, que reúne a la oligarquía financiera globalista), define a esa elite de Davos que proyecta imponer el Gran Reinicio como la “meritocracia”, en referencia directa al socialismo de China.

El Partido Demócrata norteamericano, llamado “socialista” bajo la administración Biden, opera al estilo del Partido Nacional Socialista Alemán de los años treinta del siglo XX y, defiende y propaga el global-socialismo a capa y espada. Con el plan llamado “Economic Reset”, del gran reinicio del capitalismo mundial en modo globalista, existe hoy una meritocracia que maneja la expansión monetaria para poder apropiarse de acciones de competidores de segunda clase, de los ingresos de la clase media y de la propia clase trabajadora. Se habla de garantizar un ingreso mínimo para todo el mundo que los deje “felices”, drogados a un lado de la autopista de alta velocidad y contemplando el presente desde su red social (RRSS) favorita, “participando o siendo parte” como en todo un juego virtual en red.

Para lograr imponer este proyecto era necesario primero que “todo el mundo” lo acepte o que no haya resistencias poderosas. El modo de “abordaje” del Covid-19 tenía como objetivo aterrorizar para generar el miedo suficiente a la muerte en los Pueblos del mundo para que primero se aíslen-disuelvan en individuos o familias recluidas en su individualidad y/o en su casa. Que acepten si o si cualquier “solución o imposición” primero médica y luego económica, política y estratégica. Había un dilema en Occidente, sobre todo en EEUU, el interés individual se encontró históricamente siempre primero, por encima o antepuesto al interés de la comunidad/pueblo/nación/región/mundo.

El abordaje de la epidemia no tuvo el “éxito” esperado por el Occidente Globalista, por sus elites financieras. Lo contrario sucede en Oriente, particularmente en China, donde históricamente la realidad existente es la filosofía donde primero “somos comunidad y solo así existimos”. Donde el Bien Común es central en esta visión del mundo, aunque la comunidad superior/meritocracia bien puede buscar beneficiarse a costa del pueblo. Bien Común y explotación no se excluyen aquí, pero en principio son mayoritarias las relaciones horizontales, no la imposición occidental, para conseguir el Bien Común de muchos pueblos en conjunto. Para alcanzar eventualmente el proyecto pueblo/mundo multipolar con el objetivo de lograr el Bien Común Pluriversal[3]. En principio las relaciones son horizontales, no de sometimiento a priori, como sí es el caso en el proyecto financiero globalista unipolar.

Después del fracaso obtenido por los globalistas en sus objetivos estratégicos, a partir de la pandemia del Covid-19,  intentaron imponerse nuevamente desviando la atención principal a través de la “voz de alarma” sobre el cambio climático, a partir del escenario del Foro Mundial sobre el Cambio Climático. Donde el último Foro COP26, en Glasgow (Escocia, 2021) fracasó al oponérsele mayoritariamente el Sur-Global, que se expresaba con China, India, África del Sur a la cabeza con una clara mayoría. El proyecto multipolar de pueblo/mundo ya lidera claramente a la vista de todos.

Ya no estamos en la era capitalista y la propuesta de sistema neo-tributario globalista no ha logrado imponerse económica, cultural ni políticamente. Por esta situación, es que a los intereses estratégicos globalistas no les quedaba de otra que imponer sus intereses por la fuerza militar, a través de la OTAN su brazo armado. Brazo armado camuflado bajo la denominación de “Ucrania”, que es el nombre que las Fuerzas de la OTAN tienen en esta guerra iniciada por ella en 2014 con el golpe de estado llamado “Euro-Maidan”. Compuesta por un alto mando militar de generales y coroneles profesionales, más un océano diverso de unidades paramilitares mercenarias reclutadas, financiadas y entrenadas en los últimos 25 años, como mínimo, de todo pelaje y procedencia que incluye países centrales y periféricos.

La OTAN había avanzado hacia las fronteras rusas desde la creación misma de la Unión Europea. Faltaba solo incluir a Ucrania a la OTAN para estar tan cerca de Moscú para “lograr” o asestar el First Nuclear Strike (primer golpe nuclear) que pudiera destruir sus capacidades estratégicas y debilitar así al proyecto multipolar, conducido por el tándem China/Rusia, lo suficiente para desarticularlo y subordinarlo al esquema unipolar financiero globalista de poder. De esta forma llegamos al conflicto en Ucrania que se inicia, primero, en Kazajistán el 10 de enero de 2022, para recién luego dar paso al escenario en Ucrania desde el 6 de febrero de 2022.

Informe técnico-militar sobre el conflicto en Ucrania

“Tres meses después de entrar en Ucrania, las fuerzas rusas están tratando de rodear a las tropas ucranianas en ciudades gemelas a ambos lados del río Siverskyi Donets en el este de Ucrania. (Según la fuente británica Reuters).

El área a la que se hace referencia representa el último gran bastión ucraniano en la provincia oriental de Lugansk. Junto a Lysychansk, en la orilla opuesta, es donde ahora se está llevando a cabo la batalla más importante. Funcionarios locales ucranianos también han reconocido que los combates se han intensificado hasta su peor punto desde el comienzo del conflicto, y que ahora ya el planteo a los civiles es que evacuen de inmediato.

En una de las ciudades más grandes de Donbás, llamada Slovyansk, las fuerzas ucranianas todavía tienen el control firme, con las calles aun relativamente “normales” en términos de actividad civil. Si las ciudades gemelas caen, expulsando a las últimas tropas ucranianas (OTAN) que aún luchan, esto marcaría efectivamente una toma rusa completa de la provincia de Luhansk en la estratégica región del Donbás, por la riqueza en bienes agrícola-ganadero.

Por otro lado, el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, general Mark A. Milley[4], estimó que ‎en Ucrania está quedando demostrado que las fuerzas armadas de Estados Unidos (por extensión la OTAN) no están ‎preparadas para las nuevas formas de guerra, como las que ya pueden verse en Ucrania y las que ‎se preparan alrededor de Taiwán. ‎Resaltó después, que las fuerzas armadas estadounidenses tienen que adaptarse ‎urgentemente para poder enfrentar nuevos enemigos en guerras de alta intensidad y que, en ‎adelante, el precio en sangre será elevado para Estados Unidos, como durante las dos ‎guerras mundiales. ‎

Los crecientes desafíos que enfrenta Estados Unidos y el carácter cambiante de la guerra no se parecen a nada de lo que haya enfrentado antes, enfatizó Milley. Tal vez el General Milley está observando que, en adelante, la OTAN tendrá que disponer en la primera línea de fuego también de soldados reclutados directamente en sus naciones (EEUU, GB o UE) porque les será muy complejo continuar basándose en fuerzas mercenarias en el grado y nivel que lo realizaron desde la caída de las Torres Gemelas en Nueva York, en septiembre de 2001.

El enfoque Continentalista Unipolar del estratega Kissinger

Kissinger, el estratega Continentalista norteamericano, ingresa al juego de poder y terreno planteado por los intereses estratégicos globalistas y afirma que Ucrania (Globalista de OTAN) debe estar preparada para ceder territorio a Rusia en las conversaciones de paz. Un modo diplomático de decir que se debe reconocer la hora de la derrota técnico-militar.

“Ucrania” (la OTAN Globalista a través de Zelensky) debe reconocer la situación y estar de acuerdo en ceder territorio a Rusia para poner fin a la guerra. Este mensaje fue planteado directamente a la Oligarquía Financiera Global, que controla la OTAN, en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el lunes 22 de mayo de 2022 (The Daily Telegraph[5]). “Las negociaciones deben comenzar en los próximos dos meses” porque “continuar la guerra más allá de ese punto implicaría, que ésta ya no se trataría de la libertad de Ucrania, sino de una nueva guerra contra la propia Rusia”, planteo Kissinger en Davos ante los responsables financiero-estratégicos.

Status quo ante significa “cómo eran las cosas antes”. Lo cual implica que, Ucrania debería aceptar un acuerdo de paz para restaurar la situación al 24 de febrero, cuando Rusia controlaba formalmente la península de Crimea e informalmente controlaba parte de la región de Donetsk en el este de Ucrania. Incluso les recordó, a los que toman decisiones, que Rusia ha sido un actor esencial de Europa durante 400 años, ayudando a equilibrar la estructura de poder en momentos cruciales. Por ello, Occidente –OTAN- no debería arriesgarse a empujar a Rusia a una alianza más estrecha con China.

Luego, utilizando un modo diplomático de plantearlo, concluyo realizando una propuesta directa a Rusia: que “el lugar apropiado para Ucrania era como un estado tapón neutral”, en lugar de una parte totalmente integrada de Europa. Siendo éste su planteo estratégico de fondo a la oligarquía financiera reunida en el Foro de Davos, según interpretamos: No “consolidemos” una alianza estratégica entre Rusia-China (India, Pakistán, Irán, etc.) en un nivel que sea “invencible” por los medios que hoy contamos. No es que Kissinger se ha convertido al multipolarismo, como podemos observar.

Todo este planteo que realiza Kissinger tiene un trasfondo importante en la realidad norteamericana de los últimos meses, donde ya están marcadas/consolidadas las grietas o distintos intereses-visiones en la alianza occidental –OTAN- contra Rusia. Principalmente con legisladores Republicanos Continentalistas aislacionistas en los EEUU enfrentados a los Intereses Globalistas dominantes, no hegemónicos, del estamento de poder en el Partido Demócrata, en un año electoral decisivo. Mientras los Republicanos (ej.: Texas, Florida, Oklahoma, etc.) se oponen a un paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares. Recordando esa imagen donde los republicanos dominan la intención de voto en los estados del centro de sur a norte, y los demócratas globalistas solo los principales en las costas próximos a las citíes financieras de Nueva York y San Francisco.

 Por otro lado, también Hungría, como punta de lanza de un campo más amplio y diverso, que recorre a las principales naciones de la UE, está ya obstaculizando manifiestamente los intentos de la Unión Europea de bloquear el petróleo ruso. A medida que aumenta la inflación, también va a aumentar la oposición pública a la guerra.

En Davos, choque entre Continentalistas y Globalistas

Henry Kissinger ha instado a Occidente (OTAN Globalista) a que deje de intentar infligir una aplastante derrota a las fuerzas rusas en Ucrania, advirtiendo que tendría consecuencias desastrosas para la estabilidad a largo plazo de Europa. Incluso parece sugerir que estarían llevando a que Alemania, Francia, Italia y España pronto den un paso más hacia China, haciendo público lo que ya es claro para todos, que los intereses privados continúan con sus relaciones económicas-comerciales, menos lucrativas tal vez, tanto con Rusia como con China.

Espero que los ucranianos igualen el heroísmo que han demostrado con sabiduría”, advirtió Kissinger[6]. La coalición occidental contra Vladimir Putin se está desmoronando a medida que se profundiza la crisis alimentaria y energética, y las sanciones pueden haber llegado a su límite. El papel apropiado para Ucrania es ser un amortiguador neutral, un estado tapón, concluye.

Además, sugiere que “sería fatal para Occidente dejarse llevar por el estado de ánimo del momento y olvidar el lugar apropiado de Rusia en el Equilibrio de poder europeo. La línea divisoria debería ser un retorno al statu quo anterior. Continuar la guerra más allá de ese punto no se trataría de la libertad de Ucrania, sino de una nueva guerra contra la propia Rusia”.

El planteo realizado por Kissinger parte aguas, afirmando que a partir ahora ya nada será como antes ni se podrá analizar cómo antes de la Batalla de Ucrania, donde confrontan el Globalismo-OTAN contra la Rusia Multipolar, lo sucedido hace que “ahora estamos viviendo en una era totalmente nueva“. Esta es ya una nueva era y así debemos abordarla.

Observemos el intercambio de conceptos con el Globalista Financial Times que pregunta: La administración Biden está enmarcando su gran desafío geopolítico como democracia versus autocracia ¿Es el encuadre incorrecto? Henry Kissinger responde que “Tenemos que ser conscientes de las diferencias de ideología y de interpretación que existen. Ahora nos enfrentamos a tecnologías en las que la rapidez del intercambio y la sutileza de los inventos, pueden producir niveles de catástrofe que ni siquiera eran imaginables. No hay discusión a nivel internacional sobre lo que sucedería si las armas realmente se usaran. Ahora estamos viviendo en una era totalmente nueva”

George Soros, ideólogo banal del globalismo

Mientras, la pieza clave Globalista, George Soros[7], dio a conocer su discurso anual apuntando directamente contra China (nada nuevo allí), pero agregando a Rusia a su lista. Advirtió que la “invasión rusa” de Ucrania ha sacudido a Europa y podría ser el comienzo de otra guerra mundial. “Digo que nuestra civilización puede no sobrevivir. Por ello, se derrota a Putin o todos vamos a morir. Por lo tanto, debemos movilizar todos nuestros recursos para “poner fin a la guerra” lo antes posible. La mejor y quizás la única forma de preservar “nuestra civilización” es derrotar a Putin lo antes posible. Ese es el resultado final“. Pareciera que dice lo mismo que Kissinger, pero en realidad plantea todo lo contrario.

La invasión puede haber sido el comienzo de la Tercera Guerra Mundial y es posible que nuestra civilización no sobreviva. El mundo se ha visto cada vez más involucrado en una lucha entre dos sistemas de gobierno que son diametralmente opuestos entre sí. En una sociedad abierta, el papel del estado es proteger la libertad del individuo; en una sociedad cerrada, el papel del individuo es servir a los gobernantes del estado.

Los temas que preocupan a toda la humanidad han tenido que pasar a un segundo plano en esa lucha. Por eso, digo que nuestra civilización puede no sobrevivir. Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 (hecho que se produce por la fractura y el enfrentamiento entre las dos fracciones financieras transnacionales unipolares, la Globalista (Nueva York-Londres-Paris) vs. la Continentalista (Texas, Florida, Oklahoma), la marea comenzó a volverse en contra de las sociedades abiertas. Regímenes represivos están ahora en ascenso y las sociedades abiertas están sitiadas. Hoy China y Rusia representan la mayor amenaza para la “sociedad abierta”, es decir, para el Globalismo Unipolar Transnacional.

Continua Soros: Esto sucedió por el rápido desarrollo de la tecnología digital, especialmente la inteligencia artificial –IA-. La IA es particularmente buena para producir instrumentos de control. El Covid-19 también ayudó a legitimar los instrumentos de control porque son realmente útiles para enfrentar el virus, afirma George Soros. El rápido desarrollo de la IA ha ido de la mano con el auge de las redes sociales y las plataformas tecnológicas. Estos conglomerados han llegado a dominar la economía global. Son multinacionales –en realidad transnacionales- y su alcance se extiende por todo el mundo. Observemos como Soros hace un planteo donde presenta los hechos de modo de poner a China, Rusia y a los continentalistas norteamericanos (Bush-Trump-Kissinger) como los “culpables” o los “malos”. Algo que ya viene haciendo.

Han agudizado el conflicto entre China y Estados Unidos. China ha convertido sus plataformas tecnológicas en campeones nacionales. Estados Unidos ha sido más vacilante porque “se ha preocupado por su efecto sobre la libertad del individuo”. Nuevamente el planteo de George Soros intenta construir el enemigo a destruir, y para ello necesita encubrir el hecho de que las principales plataformas de I.A. están bajo su órbita de influencia y financiamiento. Que se debilitaron por la fractura en EEUU entre los intereses financieros globalistas vs Continentalistas entre 2001 y 2020.

Soros/Blackrock continúan con un planteo en Davos que refuerza la polarización que delimita los dos bandos en pugna, que intenta profundizar la polarización de los alineamientos mundiales: Estas diferentes actitudes arrojan nueva luz sobre el conflicto entre los dos sistemas de gobierno diferentes que representan EEUU y China. La China de Xi Jinping, que recopila datos personales para la vigilancia y el control de sus ciudadanos de manera más agresiva que cualquier otro país en la historia, no debería beneficiarse de estos desarrollos. Además, avanza relacionando el hecho donde Vladimir Putin y Xi Jinping se reunieron el 4 de febrero de 2022[8], recordando que emitieron un largo comunicado anunciando que la cooperación entre ellos “no tiene límites”.

Vuelve a plantear la “invasión de Ucrania por Rusia” en 2022 como el escenario punto de partida de todo, tapando el Maidan de la OTAN en 2014. Afirmando que ahora se ha entrado en una nueva fase que es mucho más desafiante para el “ejército ucraniano”. Deben luchar en terreno abierto donde la superioridad numérica del ejército ruso es más difícil de superar, reconoce. Y reafirma la acción acertada y comprometida de Estados Unidos, afirmando que también ha hecho todo lo posible para reducir la brecha financiera entre Rusia y Ucrania al lograr que el Congreso asigne una ayuda militar y financiera sin precedentes de $ 40 mil millones a Ucrania. “No puedo predecir el resultado, pero Ucrania ciertamente tiene una oportunidad de pelear”. Soros concluye llamando a Ucrania –OTAN- a continuar la Guerra contra Rusia. Soros, sostiene así la posición opuesta a la de Kissinger, en Davos 2022.

Recientemente, continua Soros, “los líderes europeos querían utilizar la invasión de Ucrania para promover una mayor integración europea”. Enrico Letta, líder del Partido Democrático, propuso un plan para una Europa parcialmente federada. La porción federal cubriría áreas claves de la política. En el núcleo federal, ningún estado miembro tendría poder de veto. En la confederación más amplia, los estados miembros podrían unirse a “coaliciones de voluntad” o simplemente conservar su poder de veto. Mario Draghi apoyó el plan de Letta. Construyendo un escenario hipotético donde la UE logra consolidar un nuevo esquema regional que la potencia y fortalece en un camino posible de solución si Rusia y China no existieran. Dejando, Soros, delineado el plan Globalista en la UE y sus actores principales.

Continúa instalando que la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos sigue siendo excesiva, construyendo a Merkel como la responsable de esta política. Específicamente, lo afirma, porque Merkel “había hecho tratos especiales con Rusia para el suministro de gas y convirtió a China en el mercado de exportación más grande de Alemania y a la UE en la segunda economía mundial en desarrollo, en relación con China”. Soros reconoce que esto convirtió a Alemania (UE) en la economía con mejor desempeño en Europa y principal motor en la UE, pero plantea que ahora hay que hacerle pagar el alto precio de ser “desconectada” de China.

Mostrando que la operación de la OTAN no solo va contra China y Rusia, sino también contra Alemania-UE. Por ello, afirma contundentemente que la economía de Alemania necesita ser reorientada “hacia un esquema global unipolar”. Y que, este objetivo, llevará mucho tiempo. Entonces, con su re-contextualización, Soros plantea que: “el alto al fuego es inalcanzable porque no se puede confiar en Putin”. Pero dice específicamente que los objetivos de “derrotar” a Alemania, Rusia y China aún no se han logrado aún. Y que “China debería ser el socio principal (liderar) en la alianza con Rusia, pero la falta de asertividad de Xi Jinping permitió que Putin usurpara esa posición. Pero el peor error de Xi fue redoblar su política de Cero Covid”.

Soros va un paso más allá en su planteo para construir la mirada global que justifique e imponga su llamado a la guerra: “Los bloqueos tuvieron consecuencias desastrosas. Empujaron a la economía china a una caída libre. Hasta que Xi cambie de rumbo, lo que nunca hará porque no puede admitir un error. Además de la crisis inmobiliaria, el daño será tan grande que afectará a la economía mundial. Con la interrupción de las cadenas de suministro, es probable que la inflación mundial se convierta en una depresión mundial”.

Y luego hace lo mismo con Putin: afirmando que “cuanto más débil se vuelve Putin, más impredecible son sus comportamientos. Los estados miembros de la UE sienten la presión. Se dan cuenta que es posible que Putin no espere hasta que desarrollen fuentes alternativas de energía, sino que cierre los grifos del gas mientras realmente duele”. Soros utiliza el discurso globalista sobre “cero emisiones”, que quedo en total minoría en Glasgow-Escocia en noviembre de 2021, para legitimar su llamado a profundizar la confrontación contra Rusia-Putin-China-Alemania. Repetimos, con una posición que ya fue rechazada por la mayoría de las naciones en el COP-26 de Glasgow-Escocia en noviembre de 2021[9].

Soros continúa planteando que: “El programa RePowerEu anunciado la semana pasada refleja estos temores. Olaf Scholz está particularmente ansioso por los acuerdos especiales que su predecesora, Angela Merkel, hizo con Rusia. Mario Draghi es más valiente, aunque la dependencia del gas de Italia es casi tan alta como la de Alemania. La cohesión de Europa se enfrentará a una dura prueba”.

¿Qué pasa con China? Soros plantea que Xi Jinping tiene muchos enemigos. Incluso que hay disensión dentro del Partido Comunista. La tensión esta puesta en su posible tercer mandato plantea Soros, quien tiene sus apuestas hechas por Li Keqiang, quien tiene relación con Jack Ma y el Grupo Alibaba. Plantea que incluso si lo hace, es posible que el Politburó no le dé carta blanca para seleccionar a los miembros del próximo Politburó. Soros cuenta con la participación directa del Grupo Alibaba en Davos a través del presidente del Grupo Alibaba, J. Michael Evans.

Pero Soros de nuevo vuelve a mezclar la guerra en Ucrania y el Cambio Climático: “Mientras la guerra continúa, la lucha contra el cambio climático debe pasar a un segundo plano”. Soros continua de este modo con sus planteos de terrorismo social, pero ahora para fortalecer su posición sobre lo conveniente que es, para los intereses globalistas, aprovechar esta situación para llevar la guerra en Ucrania alineando a todos contra Rusia-China-India y toda la OCS –Organización de Cooperación de Shanghái-: “el cambio climático está a punto de volverse irreversible. Este podría ser el fin de nuestra civilización”.

Es importante recordar que este planteo de los intereses Globalistas se debilito estructuralmente y así se observó en la COP26 en Glasgow, Escocia, como ya mencionamos. Incluso llega a plantear: “esta perspectiva particularmente aterradora”. Damos por sentado que nuestra civilización sobrevivirá, para llamar a la guerra. Por lo tanto, debemos movilizar todos nuestros recursos para que la guerra termine pronto. En síntesis, Soros llama a profundizar la Guerra para que termine la Guerra: “Quizás la única forma de preservar nuestra civilización es derrotar a Putin lo antes posible. Esa es la conclusión”.[10]

Las Naciones no deben resistir la “transición globalista dolorosa[11] amenazan las élites globalistas de DAVOS

El director del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, proclamó que “nosotros construimos el futuro”. Una “comunidad poderosa”. Además, declaró: “Tenemos los medios para mejorar el estado del mundo. Para lo cual son necesarias dos condiciones: la primera, es que actuemos todos como partes interesadas de comunidades más grandes, para que no solo sirvamos a nuestros propios intereses, sino que sirvamos –arrastremos detrás nuestro- a la comunidad. Eso es lo que llamamos ‘responsabilidad de las partes interesadas”. Llamo a hacerse cargo de integrar a otras partes para construir la legitimidad social que va más allá de la elite minoritaria que somos. Una legitimidad social que permita tener la fuerza necesaria para hacer avanzar su proyecto globalista.

Otras dos élites europeas pro-globalistas declararon que la crisis energética mundial es una “transición” que será “dolorosa” para la mayoría, pero no debe ser resistido por naciones tentadas a preservar su propia soberanía sobre la “agenda global”. Todo lo cual muestra que la construcción de legitimidad socio-política, tan necesaria para los acuerdos que lleven a no tener fisuras ni divisiones ante las crisis, se encuentra en un momento de “transición”, cuando esto necesita ser reforzado en el mismo ámbito del poder financiero transnacional global. Lo que respecta a las “iniciativas de acción e impacto” parece dejar expuesto el llamado a redoblar o extender los “apoyos” a la OTAN.

Pero el vicecanciller alemán, Robert Habeck, al hablar sobre la crisis energética, advirtió que los gobiernos de las naciones individuales no deberían buscar proteger a sus propios ciudadanos, sino seguir “la regla de los mercados“, seguir los intereses de las transnacionales financieras. En otras palabras, los países deben alinearse con la agenda del “Gran Reinicio” de los globalistas. Las naciones deben resistir la tentación de velar primero por sus propios intereses.

La “sostenibilidad”, Nuestra Sostenibilidad en este “momento” requiere un cambio en la “regla de los mercados”. El director ejecutivo de finanzas de Noruega, Kjerstin Braathen, describió la agitación energética global como una “transición” y admitió que habrá escasez masiva y dificultades económicas, pero afirmó que el “dolor vale la pena”. Lo llamativo es que este elitista de Davos haya usado exactamente la misma frase que Joe Biden, el mismo día.

Conclusiones de cierre

Podemos afirmar, en primer lugar, que la causa principal del declive económico político y militar de los EEUU y de su actual gobierno globalista está en las contradicciones internas entre fuerzas oligárquicas globalistas (Soros) enfrentadas a los continentalistas (Kissinger) y nacionalistas (Trump). Que tiende, de modo ya claro, a llevar a una Perestroika en EEUU y el fin de la civilización occidental. 

En una encuesta de la Universidad de Quinnipiac de 2022, sólo un tercio de los estadounidenses aprueban el trabajo del presidente Biden. Según el laboratorio LAPOP de la Universidad de Vanderbilt, publicado también en 2022, la proporción de estadounidenses dispuestos a tolerar un golpe de Estado aumentó del 28 por ciento en 2017 al 40 por ciento en 2022 y aparentemente sube sin cesar. Una encuesta nacional realizada a fines de 2021 por el encuestador John Zogby reveló que 46% creía que una guerra civil era probable.

En segundo lugar, a una semana de Davos, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, manifestó que la caída de Donbas podría ser inminente. Incluso The Washington Post (globalista), ya deja ver que las cosas se ven muy mal para el ejército de Ucrania. Como lo planteo Kissinger en Davos[12], el péndulo está a favor de Rusia. La alternativa para la OTAN es retirarse de Ucrania, cediendo el terreno.

El edificio de una Europa sólida y unida tiene solo un par de micrones de profundidad en sus cimientos. Existe una posibilidad muy real de que se rompa en junio. La Unión Europea no logró un acuerdo duro sobre el petróleo ruso en la semana posterior a Davos y tuvo que limitar su alcance por desacuerdos internos. Los efectos del tsunami inflacionario, el aumento del malestar social y huelgas como las demandas de pago se calientan. Si Italia está por quebrar económicamente y opta por el gas ruso, ¿qué impedirá que los alemanes los sigan y aprovechen la oportunidad para reavivar su preeminencia industrial con gas de Rusia? Lo anterior sería el comienzo de la desintegración de la UE tal como hoy existe, lo cual significaría una derrota más integral de la OTAN que lo que se podía observar con la consolidación de Rusia-China-India-Irán-etc., y del multipolarismo.

Hay indicios que el escenario de la guerra podría ser “trasladado” por la OTAN hacia África. Es sabido que buena parte de los 40 mil millones de dólares de ayuda militar que aprobó el Congreso de EEUU no llegan a Ucrania, sino que terminan vía un mercado negro de Albania y Kosovo en manos terroristas (Dáesh) en la Sahel (la región subsahariana de África que va desde el Atlántico al Mar Rojo). A partir de junio, la crisis alimentaria en África será muy real, a falta de exportaciones desde Ucrania y Bielorrusia. Una nueva crisis de refugiados está a la vista lo que genera agitación política en Europa (Grecia, Hungría e Italia) interesadamente potenciada por la OTAN.

En contraste con el “pesimismo” interminable que aflige a Occidente y se reflejó en el Foro Económico Mundial de Davos, el casi simultáneo Foro Económico Euroasiático ha vuelto a demostrar que este tren de alta velocidad, la integración económica euroasiática, no se ha parado.  Incluso, el centro del desarrollo económico, continúo moviéndose hacia la región de Asia-Pacífico. Es el núcleo de todo el proceso continuo de múltiples capas de la integración de Eurasia, con las Nuevas Rutas de la Seda lideradas por China que se cruzan con la Unión Económica de Eurasia, la OCS y otras estrategias convergentes como BRICS+.

Es un proyecto de civilización con un espacio común de cooperación para las organizaciones regionales, cambiando la arquitectura política y económica no solo de todo el continente sino también con un conjunto aún más diverso de “bloques regionales que apuntan a una integración más amplia que podría presentarse como una plataforma BRICS+. Los BRICS+, cuya próxima reunión en China se está preparando para julio-septiembre de 2022, pero también la Comunidad de Desarrollo de Sudáfrica (SADC), MERCOSUR, BIMSTEC”, el acuerdo de libre comercio China-ASEAN y la EAEU.

Una semana después de Davos ya se deja ver que se anuncia un nuevo orden económico, político y militar no unipolar y que EEUU ha de buscar nuevas relaciones con China para trabajar conjuntamente menguando el tono de la imposición unipolar occidental. El mundo en esencia ya es multipolar y se evidenciará en la segunda mitad de 2022.

Bibliografía

Samir Amin 2012, La Ley del valor mundializada, Por un Marx sin fronteras, Ed. El Viejo Topo, Barcelona.

Wim Dierckxsens y Walter Formento 2022, El ascenso del Sur multipolar y la caída del globalismo unipolar, ALAI, mayo. 

Wim Dierckxsens y Walter Formento 2021, Por una nueva civilización: El proyecto multipolar noviembre, Editorial Acercándonos, Buenos Aires

Wim Dierckxsens y Walter Formento 2021, La perestroika en Estados Unidos. Réquiem para la civilización occidental, Editorial Acercándonos, Buenos Aires


[1] Licenciado en Sociología. Director del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE), Centro miembro de la Red CLACSO. Director del Área de Estudios Geopolíticos de la Crisis Financiera Global (CIEPE). Coordinador del Grupo de Trabajo “Geopolítica de la Globalización” (CLACSO). Profesor del Seminario “Hegemonía, comunicación y geopolítica” en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Plurinacional de la Patria Grande (UPPAG). Miembro del Observatorio Internacional de la Crisis. Doctorando en Comunicación en la UNLP. Co-autor y coordinador del libro “La Crisis Mundial” (Fabro, 2018).

[2] Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Nimega, Holanda. Tiene postgrado en demografía por La Sorbonne. Investigador del Instituto de Estudios para el Desarrollo, Universidad Tilburg, Holanda. Director del Postgrado en Economía de la UNAH en Honduras y fundador de la Maestría en Política Económica, UNA, Costa Rica. Cofundador de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política (SEPLA). Es cofundador de Global University for Sustainability. Presidente de la Junta Directiva del DEI, Costa Rica. Miembro del Foro Mundial de Alternativas. Coordinador del Observatorio Internacional de la Crisis.

[3] Donde se encuentran incluidas una pluralidad de identidades pueblos/naciones/regiones mundo. https://revistas.unicolmayor.edu.co/index.php/tabularasa/article/view/1495

[4] El más alto oficial de Estados Unidos reconoce el ‎fin del predominio militar estadounidense. Red Voltaire | 24 de mayo de 2022 https://www.voltairenet.org/article217058.html

[5] Henry Kissinger: Ucrania debe ceder territorio a Rusia (www-telegraph-co-uk.translate.goog).

[6] A una audiencia en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

[7] En su primera aparición en persona en Davos desde que calificó a Trump de “estafador, narcisista” y afirmó que Mark Zuckerberg estaba conspirando para lograr su reelección en marzo de 2020 (y advirtió que “la economía estadounidense sobrecalentada no puede seguir hirviendo por demasiado tiempo”).

[8] En la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.

[9] La puja de poder entre la OTAN y la OCS, que asumen la forma de enfrentamiento entre OTAN vs Rusia en la frontera de Ucrania-Bielorrusia y en la frontera interna Kiev-Donbás en Ucrania, marca los límites de la OTAN pos Afganistán 2021 para resolver a su favor los conflictos que plantea y que se le plantean. Para la administración globalista, desde la administración Obama a la de Biden, a través de la OTAN, la crisis en Ucrania es el instrumento para evitar por todos los medios que la UE –Europa- consolide su articulación en el proyecto del Mundo Multipolar. Y, por lo tanto, la recuperación de la unidad estratégica de Europa. Para ello, en primer lugar, el Globalismo a través de la OTAN con base de apoyo en Polonia y Ucrania, busca sabotear con “todos los medios” la puesta en marcha concreta del Gasoducto Nordstream-2, que conectaría de modo directo Rusia-y-Alemania. La Iniciativa Globalista llamada Crisis Climática o Alternativa Verde han entrado en un momento de crisis terminal, porque los actores e intereses que las promovían han perdido la iniciativa, se han dispersado sus “fuerzas” e incluso están en desarrollo conflictos internos que adquieren cada vez mayor relevancia. Esto, por otro lado, se manifiesta como un regreso de las naciones del sur global a una agenda industrial y energética con iniciativa propia en el marco del multipolarismo ascendente. https://noticiaspia.com/la-crisis-del-globalismo-puede-dar-paso-a-una-revolucion-mundo/

[10] George Soros le dice a la multitud de Davos: Derroten a Putin (y a Xi) o de lo contrario La civilización puede no sobrevivir, MARTES, 24 DE MAYO DE 2022.

[11] Las élites de Davos advierten que los estados-nación no deben resistirse a la “transición global dolorosa”, Steve Watson a través de Summit News, martes, 24 de mayo de 2022.

[12] Foro de Davos 2022, celebrado entre el 22 y el 26 de mayo.

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