Por Javier Benítez para Sputnik Mundo
Estado de emergencia en Washington. La declaró el presidente, Donald Trump, para garantizar la seguridad en la asunción de Joe Biden. La decisión llega tras los sucesos en el Capitolio, un asalto que forma más parte del establishment del Partido Demócrata, que de los objetivos de Trump con las movilizaciones, según el analista Walter Formento.
El culebrón
El asalto al Capitolio conoció sus primeras consecuencias políticas con la dimisión del secretario de Seguridad, Chad Wolf, quien alegó que su decisión “se debe a los recientes eventos, incluyendo los continuos y sin mérito fallos judiciales sobre la validez de mi autoridad como secretario en funciones”.
En pleno batiburrillo, se hizo pública una conversación privada del presidente, Donald Trump, con con el congresista Kevin McCarthy, líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes. En ella, el inquilino de la Casa Blanca endilgó la invasión al Capitolio al movimiento Antifa.
En este contexto, varios medios han denunciado que también participaron de esa revuelta miembros de Black Lives Matter [BLM], de los cuales se destaca la detención e inmediata liberación de John Sullivan, quien habría sido el autor de la grabación del asesinato de la veterana de la Fuerza Aérea Ashli Babbit.
“Parece que el momento de guerra civil subterránea y larvada y empieza a tomar formas abiertas de movilizaciones en la calle, muy estructuradas y cruzadas a través de estructuras de inteligencia fuertemente vinculadas al Partido Demócrata, al ala financiera global demócrata, estructuras más vinculadas a la OTAN“, explica Walter Formento, profesor de Geopolítica, Comunicación y Hegemonía de la Universidad de La Plata de Argentina.
El también director del Centro de Investigaciones de Politica y Economia [CIEPE], incide en que “pareciera que estuviéramos asistiendo a algo muy parecido a lo que ya hemos visto el 11 de septiembre de 2001: en aquel momento se le echó la culpa a Bin Laden, sabiendo que Bin Laden era socio directo de los Bush. En estos momentos se le echa la culpa a Antifa, sabiendo que Antifa es el ala operativa en el terreno de los grandes intereses financieros globales dominantes en la City financiera de New York, y por lo tanto, en el establishment del Partido Demócrata“.
¿Cuál es el papel del Partido Demócrata?
El pasado lunes, varios diputados del Partido Demócrata de EEUU presentaron un artículo de juicio político contra Trump, a quien acusan de incitar una insurrección en el Capitolio. En este sentido hay que recordar el discurso ‘Marcha para salvar América’ del presidente Trump la mañana del 6 de enero, horas antes del asalto al Capitolio.
Formento opina que “el acto del 6 de enero que convoca Donald Trump a sus seguidores, no está vinculado directamente con el asalto al Capitolio, […] está separado, no solamente en el espacio, sino también en el tiempo y en las personas que lo hacen. Es fácilmente distinguible que las personas que hacen el asalto al Capitolio guardan relación con otro actor, […] que forma más parte de una estrategia de Nancy Pelosi y del establishment demócrata, que de alguna manera de los objetivos que se había planteado Trump“.
“El Partido Demócrata está tratando, no solamente de imponer las condiciones electorales, sino también una situación por la cual Trump pierda legitimidad frente a sus seguidores, que son muchos y crecientes, y por otro lado, ver de imponer institucionalmente que Trump, desde el punto de vista jurídico-institucional no pueda ser candidato más a nada“, observa el analista.
“Parece ser que los grandes actores del globalismo financiero y de la inteligencia artificial, acompañados por Facebook, por Twitter, por YouTube, están observando que el proceso de guerra civil en EEUU va in crescendo“, concluye Walter Formento.
Nota completa en: https://mundo.sputniknews.com/radio_que_pasa/202101161094135639-pareciera-que-el-asalto-al-capitolio-forma-mas-parte-de-pelosi-que-de-trump/